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Obesidad


Es un exceso de grasa corporal que por lo general, y no siempre, se ve acompañada por un incremento del peso del cuerpo.

Es una enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones, se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el Índice de Masa Corporal en el adulto es mayor de 25 unidades.

La obesidad no distingue color de piel, edad, nivel socioeconómico, sexo o situación geográfica.

Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin embargo ahora se sabe que la obesidad tiene múltiples consecuencias en nuestra salud.

Con excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso supera en un 20 por ciento o más el punto medio de la escala de peso según el valor estándar peso/altura, son consideradas obesas. La obesidad puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 % de sobrepeso), moderada (del 41 al 100 por cien de sobrepeso) o grave (más del cien por cien de sobrepeso). La obesidad es grave en solamente el 0,5 por ciento de las personas obesas.

Sin embargo no existe una definición satisfactoria  para esta enfermedad, tampoco una proporción de peso a talla donde podamos definir que las enfermedades y complicaciones asociadas que limitan y acortan la vida.

La obesidad es una amenaza para la vida, es una enfermedad progresiva y crónica de proporciones epidémicas que afecta a todo el mundo.


 

¿Qué causa la obesidad?

Las causas de la obesidad son complicadas e incluyen factores genéticos, biológicos, del comportamiento y culturales. Básicamente la obesidad ocurre cuando una persona come más calorías que las que el cuerpo quema. Si un padre es obeso, hay un 50 por ciento de probabilidad de que los niños sean también obesos. Sin embargo, cuando ambos padres son obesos, los niños tienen un 80 por ciento de probabilidad de ser obesos.

Aunque algunos desórdenes médicos pueden causar la obesidad, menos del 1 por ciento de todos los casos de obesidad son causados por problemas físicos.


 
La obesidad en los niños y adolescentes puede estar relacionada con:

  • hábitos de comer pobres

  • comer de más o perder la capacidad para parar de comer (binging)

  • falta de ejercicio (ej: los niños que se pasan acostados en el sofá)

  • historial de obesidad en la familia

  • enfermedades médicas (problemas endocrinológicos o neurológicos)

  • medicamentos (esteroides y algunos medicamentos siquiátricos)

  • cambios en la vida que les causan mucho estrés (separaciones, divorcio, mudanzas, muertes, abuso)

  • problemas familiares o de los pares

  • baja autoestima

  • depresión u otros problemas emocionales.
     

Las causas de la obesidad son múltiples, e incluyen factores tales como la herencia genética; el comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico; y el tipo o estilo de vida que se lleve.

En conjunto puede haber dos principales causas:

  • Mayor ingesta de calorías que las que el cuerpo gasta.
  • Menor actividad física que la que el cuerpo precisa.

Si se ingiere mayor cantidad de energía de la necesaria ésta se acumula en forma de grasa, si se consume más energía que la necesaria se utiliza la grasa como energía. Por lo que la obesidad se produce por exceso de energía, como resultado de alteraciones en el equilibrio de entrada/salida de energía. Como consecuencia se pueden producir diversas complicaciones como son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y las enfermedades coronarias.

La herencia tiene un papel importante, tanto que de padres obesos el riesgo de sufrir obesidad para un niño es 10 veces superior a lo normal. En parte es debido a tendencias metabólicas de acumulación de grasa, pero en parte se debe a que los hábitos culturales alimenticios y sedentarios contribuyen a repetir los patrones de obesidad de padres a hijos.

Otra parte de los obesos lo son por enfermedades hormonales o endocrinos, y pueden ser solucionados mediante un correcto diagnóstico y tratamiento especializado.

La obesidad es el resultado del consumo de una cantidad de calorías mayor que las que el cuerpo utiliza. Los factores genéticos y ambientales influyen en el peso del cuerpo, pero su interactuación para determinar el peso de una persona no está todavía aclarada.

Factores genéticos: investigaciones recientes sugieren que, por término medio, la influencia genética contribuye en un 33 por ciento aproximadamente al peso del cuerpo, pero esta influencia puede ser mayor o menor en una persona en particular.

Factores socioeconómicos: estos factores influyen fuertemente en la obesidad, sobre todo entre las mujeres. En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto.

El motivo por el cual los factores socioeconómicos tienen una influencia tan poderosa sobre el peso de las mujeres no se entiende por completo, pero se sabe que las medidas contra la obesidad aumentan con el nivel social. Las mujeres que pertenecen a
grupos de un nivel socioeconómico más alto tienen más tiempo y recursos para hacer dietas y ejercicios que les permiten adaptarse a estas exigencias sociales.

Factores psicológicos: los trastornos emocionales, que durante un tiempo fueron considerados como una importante causa de la obesidad, se consideran actualmente como una reacción a los fuertes prejuicios y la discriminación contra las personas obesas.
 
Uno de los tipos de trastorno emocional, la
imagen negativa del cuerpo, es un problema grave para muchas mujeres jóvenes obesas. Ello conduce a una inseguridad
extrema y malestar en ciertas situaciones sociales.

Factores relativos al desarrollo: un aumento del tamaño o del número de células adiposas, o ambos, se suma a la cantidad de grasas almacenadas en el cuerpo. Las personas obesas, en particular las que han desarrollado la obesidad durante la infancia, pueden tener una cantidad de células grasas hasta cinco veces mayor que las personas de peso normal. Debido a que no se puede reducir el número de células, se puede perder peso solamente disminuyendo la cantidad de grasa en cada célula.

Actividad física: la actividad física reducida es probablemente una de las razones principales para el incremento de la obesidad entre las personas de las sociedades opulentas. En algunas, los Estados Unidos, por ejemplo, la obesidad es hoy dos veces más frecuente que en el año 1900, aun cuando el término medio de calorías consumidas diariamente ha disminuido un 10 por ciento.
 
Las personas sedentarias necesitan menos calorías. El aumento de la actividad física hace que las personas de peso normal coman más, pero puede que no ocurra lo mismo en las personas obesas.

Hormonas: Algunos trastornos hormonales puedes causar obesidad, como son el síndrome de Cushing, insuficiencia suprarenal, diabetes etc.

Lesión del cerebro: sólo en muy pocos casos, una lesión del cerebro, especialmente del hipotálamo, puede dar como resultado obesidad.

Fármacos: ciertos fármacos utilizados frecuentemente causan aumento de peso, como la prednisona (un corticosteroide) y muchos antidepresivos, así como también muchos otros fármacos que se utilizan para curar los trastornos psiquiátricos.





 

"Los muy gruesos tienden a morir antes que los delgados"

- Hipócrates

"Las personas obesas fallecen más bien por enfermedades agudas y sofocaciones, y a menudo mueren de muerte repentina; lo que no sucede casi nunca a las personas delgadas"

- Cornelio Celso


 

 

 

Unos kilos extra no implican obesidad. Sin embargo, ello puede indicar una tendencia a ganar de peso con facilidad y la necesidad de cambios en la dieta y/o ejercicio. Generalmente un niño no se considera obeso hasta que pesa por lo menos un 10 por ciento más que el peso recomendado para su estatura y tipo de cuerpo.

La obesidad comúnmente comienza en la infancia entre las edades de 5 a 6 años y durante la adolescencia. Los estudios han demostrado que el niño que es obeso entre las edades de 10 a 13 años tiene un 80 por ciento de probabilidad de convertirse en un adulto obeso.

 

Debido a los malos hábitos dieteticos, la frecuencia de pacientes con sobrepeso aumenta cada dia, trayendo consigo un importante numero de complicaciones asociadas a esta enfermedad, una vejez y muerte prematura. También hay efectos negativos de índole social y psicológico. Las personas con sobrepeso a menudo son objeto de burlas y esto conlleva a problemas emocionales no expresados fácilmente por lo cual sufren.




La obesidad esta relacionada con los siguientes aspectos y consecuencias:

El 15% de la población dedica más de 2 horas diarias a ver la televisión, y coincide con el porcentaje que posee un Índice de Masa Corporal mayor.

El 82% considera que está peor vista socialmente una mujer obesa que un hombre en la misma situación.

Un 65% opina que una persona delgada lo tiene más fácil a la hora de encontrar un trabajo que una persona con exceso de peso.

Un 72%, tanto hombres como mujeres, cree que el exceso de peso es un impedimento a la hora de encontrar pareja sentimental.

Tan importante para controlar la obesidad. De la población en general nos encontramos con un 16% que no realiza ningún tipo de actividad, ni habitual ni esporádica.

De todos los que desean perder peso, cerca del 40% lo hace motivado por cuestiones estéticas y no de salud.

De las personas con sobrepeso, sólo el 57% ha intentado solucionar su problema y de todas ellas, menos del 6% aconsejaría a alguien de su entorno que acudiera al médico a solucionar un problema similar.
De los que desean adelgazar, el 87% opta por lo natural y lo sencillo, y prefiere tratarse con
productos naturales y no con fármacos. Pese a ello:

El 92% copiaría el método que ha funcionado con alguien conocido.

Sólo el 20% acudiría al médico para adelgazar y, siempre, como último recurso.

El 51% confiesa que ha intentado perder peso haciendo algo que podría poner en peligro su salud.

      • Un 31% ha hecho las llamadas "dietas milagro".
      • Un 7% ha optado por dejar de comer.
      • Un 4% come pero vomita.
      • Un 3% opta por comer un sólo tipo de alimento al día.

       



      sintomas

      La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo. La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y otras complicaciones.

      La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos. Los trastornos cutáneos son particularmente frecuentes.
       
      Dado que los obesos tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas. Es frecuente asimismo la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de líquido (edemas).

       
       

      ¿Cuáles son los riesgos y complicaciones de la obesidad?

      Hay muchos riesgos y complicaciones debidos a la obesidad. Las consecuencias físicas incluyen:

      • un aumento en el riesgo de enfermedades del corazón

      • la alta presión de la sangre

      • diabetes

      • problemas al respirar

      • dificultades al dormir.

       

      La obesidad abdominal se ha vinculado con un riesgo mucho más elevado de enfermedad coronaria y con tres de sus principales factores de riesgo: la hipertensión arterial, la diabetes de comienzo en la edad adulta y las concentraciones elevadas de grasas (lípidos) en la sangre.

      El motivo por el cual la obesidad abdominal incrementa estos
      riesgos es desconocido, pero es un hecho constatado que, en las personas con obesidad abdominal, se reducen con la pérdida notable de peso. La pérdida de peso hace bajar la
      presión arterial en la mayoría de las personas que tienen hipertensión arterial y permite a más de la mitad de las personas que desarrollan diabetes del adulto suprimir la insulina u otro tratamiento farmacológico.

      Ciertos tipos de cáncer son más frecuentes en los obesos que en las personas que no lo son, como el cáncer de mama, de útero y de ovarios en las mujeres y cáncer de colon, de recto y de próstata en los varones. Los trastornos menstruales son también más frecuentes en las mujeres obesas y la enfermedad de la vesícula biliar se produce con el triple de frecuencia en ellas.


       

      tipos de obesidad

      Según la distribución de la grasa corporal existen los siguientes tipos:

      Obesidad androide: Se localiza en la cara, cuello, tronco y parte superior del abdomen. Es la más frecuente en varones.

      Obesidad ginecoide: Predomina en abdomen inferior, caderas, nalgas y glúteos. Es más frecuente en mujeres.


      La obesidad en los niños y adolescentes está también asociada con un aumento en el riesgo de problemas emocionales. Los adolescentes con problemas de peso tienden a tener una autoestima mucho más baja y tienden a ser menos populares con sus pares. La depresión, la ansiedad y el desorden obsesivo compulsivo también pueden ocurrir


      Las personas obesas corren un riesgo mayor de enfermar o morir por cualquier enfermedad, lesión o accidente, y este riesgo aumenta propocionalmente a medida que aumenta su obesidad.



Como se clasifica la obesidad?

Considerando su inicio, se clasifica como obesidad de la infancia o del adulto, considerando la distribución del exceso de grasa corporal en obesidad del tronco y hombros y obesidad de tronco y caderas, pero para propósitos de pronostico y tratamiento, la obesidad se clasifica de acuerdo al índice de masa corporal o IMC como clase I (moderada), Clase II (severa) o Clase III (mortal).

 
El IMC entre 25 y 29 es sobrepeso, excepto en personas con una estatura de 5 pies (150cm) o menor, donde la obesidad clase I se alcanza con un IMC de 27 y la clase III o mortal con IMC de 35 (en vez de 40). No existe un determinado índice de masa corporal (IMC) o proporción de peso a talla, en el cual podamos decir que las enfermedades asociadas que acortan la vida y la limitan, van a aparecer.

Obviamente el riesgo de desarrollarlas es mayor entre mas alto el IMC y entre mas pronto la obesidad es corregida, mas enfermedades asociadas serán evitadas y prevenidas. Incluso esta clasificación es subjetiva, personas con obesidad clase I refieren síntomas de la clase III y presentan sus complicaciones, mientras otros que han sido diagnosticados como clase III, no los tienen, este ultimo ejemplo esta muy relacionado con la edad, sucede comúnmente entre gente joven, una vez que el sobrepeso y obesidad han aparecido, es solo cuestión de tiempo, esta es la razón por la que cada caso debe ser diagnosticado y estudiado de forma individual, el pronostico debe ser explicado al paciente así como las opciones de tratamiento.
 
La persona que sufre de sobrepeso y obesidad, necesita ser diagnosticada tan pronto como sea posible independientemente de sus síntomas, ya que sin el diagnostico, no se puede discutir el pronostico con el paciente, tampoco establecer un tratamiento adecuado y por lo tanto el enfermo no disfrutara de una perdida significativa y constante de peso.


Como se mide la obesidad?

 

La obesidad generalmente se mide a partir de indicadores

La prevalencia de obesidad y sobrepeso ha aumentado tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo.

 de sobrepeso, como el índice de masa corporal (peso en kilogramos sobre talla en metros al cuadrado), o bien por medio de
  indicadores de porcentaje y distribución de tejido adiposo en el organismo (como los distintos pliegues subcutáneos, o la razón circunferencia de cintura sobre circunferencia de cadera).

 

Si su IMC es de 25 a 29.9, usted está en la categoría de "sobrepeso." Si su IMC es de 30 ó más, usted está en la categoría de "obesa."



Existen tres clases de obesidad:

Obesidad de Clase I -IMC de 30 a 34.9

Obesidad de Clase II -IMC de 35 a 39.9

Obesidad de Clase III -IMC de 40 ó más





complicaciones de la obesidad 

Problemas cardiovasculares:
- Opresión torácica y estenocardia.
- Desplazamiento cardíaco con disminución de la repleción de la aurícula derecha.
- Estasis vascular-pulmonar.
- Taquicardia de esfuerzo.
- Hipertensión arterial.
- Insuficiencia cardiaca.
- Angina de pecho.
- Infarto de miocardio.
- Estasis venoso periférico.
- Varices.
- Tromboflebitis.
- Ulceras varicosas.
- Paniculopatía edematofibroesclerosa (celulitis).

 

Arteriosclerosis:
Causa frecuente de retinitis, nefroesclerosis y alteraciones coronarias.
Menos frecuente la arterioclerosis cerebral, causa de trombosis y hemorragias cerebrales.

Diabetes mellitus tipo II.

Alteraciones metabólicas:
- Hiperglucemia, intolerancia a la glucosa,
resistencia a la insulina.
- Hipercolesterolemia.
- Hipertrigliceridemia.
- Hiperuricemia.

 

Problemas respiratorios:
- Hipoventilación alveolar.
- Aumento de la incidencia de catarros, bronquitis crónica, neumonía...
- Síndrome de Picwick (cuadro de insuficiencia cardio-respiratoria). Apnea nocturna.

 

Problemas osteoarticulares:
- Aplanamiento de la bóveda de la planta del pie.
- Aplanamiento de los cuerpos vertebrales de la columna, con neuralgias y espondilitis deformante.
- Artrosis generalizada: especialmente en rodillas, caderas y columna lumbar.
- Atrofia muscular.
- Gota.
- En niños: pie plano, genu valgum, desplazamiento de la epífisis de la cabeza femoral.

 

Problemas digestivos:
- Dispepsia gástrica, con acidez, flatulencia, digestiones pesadas....
- Dispepsia biliar, con colecistitis y colelitiasis.
- Ulcera gastroduodenal.
- Estreñimiento, con frecuentes hemorroides.
- Insuficiencia hepática en grado variable por infiltración grasa.
- Aumento de la frecuencia de cirrosis hepática.
- Insuficiencia pancreática.

 

Problemas renales:
- Nefroesclerosis con hipertensión arterial.
- Albuminuria y cilindruria.
- Retención líquida con edemas.

 

Problemas cutáneos:
- Cianosis por estasis vascular y telangiectasias.
- Estrías cutáneas.
- Lesiones por rozaduras.
- Lesiones por maceración cutánea.
- Intertrigo.
- Mayor frecuencia de forúnculos, ántrax...
- Caída de pelo, a veces hirsutismo.
- Exceso de sudoración.
- Ulceras y celulitis.

Problemas gonadales:
- Alteraciones menstruales

variables: hipomenorrea, hipo e hipermenorrea, amenorrea.

 

Problemas gestacionales:
- Mayor incidencia de toxemia preeclámpsica, malposiciones fetales y partos prolongados.

 


Problemas sexuales:
- Disminución de la líbido, frigidez e impotencia (frecuentemente psicológica).
- Compulsividad e impulsividad sexual.
- Problemas de orden físico para realizar el acto sexual.

 


Problemas neurológicos:
- Cefaleas.
- Insomnio.
- Múltiples trastornos psicosomáticos.


Problemas hematológicos:
- Policitemia con aumento de la hemoglobina.


Infecciones:
- Aumento de las infecciones cutáneas y respiratorias.
- Peor pronóstico en casos de fiebres tifoideas, neumonías y gripe.


Problemas parietales:
- Hernias umbilicales, inguinales y crurales.

 


Problemas quirúrgicos y anestésicos:
- Aumento en general del riesgo quirúrgico inducido por otras complicaciones (cardíacas, pulmonares, metabólicas, etc).
- Aumento de la mortalidad operatoria proporcional al incremento de peso.
- Dificultad para adoptar ciertas posiciones quirúrgicas (Trendelemburg).
- Incremento de la dificultad en la realización de venopuntura, intubación y punción lumbar.
- Complicaciones de cicatrización.
- Elevado riesgo de eventraciones postquirúrgicas.
- Aumento de las embolias y trombosis postquirúrgicas.
- Mayor riesgo de infecciones postquirúrgicas.
- Incremento de la dificultad de ajuste de la dosis anestésica.
- Hipoventilación postanestésica.


Problemas oncológicos:
- Aumento general de la mortalidad por cáncer.
- Aumenta estadísticamente el riesgo de cáncer de próstata y colon en hombres.
- Aumenta estadísticamente el riesgo de cáncer de endometrio, ovario y mama en
la mujer

Problemas psicológicos:
- Miedo e inseguridadpersonal.
- Pérdida de la
autoestima.
- Desorden de conductas alimentarias.
- Perturbación emocional por hábitos de ingesta erróneos.
- Distorsión de la
imagen corporal.
- Tristeza e infelicidad.
- Ansiedad, frecuente en niños, por pseudomicropene y pseudoginecomastia.
-
Depresión
- Frigidez e impotencia.

 


Problemas sociales:
- Angustia por presión social frente a su obesidad.
- Angustia por presión social frente a su adelgazamiento.
- Aislamiento social.
- Dificultades para vestir, usar trasportes públicos...
- Sobreprotección familiar.
- Rotura del núcleo familiar o de la pareja.

 


Mortalidad:
- Incremento de la mortalidad general a consecuencia de las complicaciones, especialmente por enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y cáncer. (Hay quien considera que cada kilo perdido equivale a 2 años de vida).


Suicidio:
- La tasa de suicidios en personas obesas es mayor que en individuos normales o delgados.

Actualmente se considera que la reducción del peso corporal entre un 5 y un 10% ya supone una importante mejora ante los factores de riesgo asociados con la obesidad.











La Obesidad Infantil


En los últimos veinte años, la prevalencia de la obesidad en los niños ha aumentado bruscamente, especialmente en los países más desarrollados. La suba se explica, básicamente, por la alimentación pobre (agravada en nuestro país por la crisis económica) y la vida sedentaria, pero también por la presencia de relaciones conflictivas entre los padres e hijos en los que inciden ciertas pautas culturales propias de la época, la importancia de la correcta alimentación y del tratamiento psicológico.

La obesidad en los niños está prevaleciendo tanto, que casi se podría hablar de una epidemia. Se estima que hoy en día, en muchos países, uno de cada diez niños es obeso al llegar a los 10 años. Las enfermedades a largo plazo que se ven venir, como consecuencia de esto, están siendo una preocupación en muchos países.

Por eso, el objetivo de este trabajo, es informar a los lectores las causas, consecuencias, formas de pensar y vínculos relacionados con la Obesidad Infantil, para empezar a tratar de cambiar o al menos hacer el intento por evitar esta enfermedad tan dolorosa para los niños, informándolos y ayudándolos a conocer este mundo en el que tantos pequeños sufren.


     

    • ¿Cuándo se considera que un niño es obeso?

Un niño se considera que es obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.

Los niños que comienzan con una obesidad entre los seis meses y siete años de vida el porcentaje de los que seguirán siendo obesos en la edad adulta es de 40% mientras para los que comenzaron entre los diez y trece años las probabilidades son 70%, porque las células que almacenan grasa (adipositos) se multiplican en esta etapa de la vida por lo cual aumenta la posibilidad del niño de ser obeso cuando adulto.



    • Entre los factores que intervienen en una obesidad infantil se encuentran:
    •  
    • La conducta alimentaria.
    • Consumo de energía.
    • Factores hederitarios.
    • Factores hormonales.
    • Factores psicosociales y ambientales.




    Qué es lo que causa el sobrepeso infantil

    Según los especialistas del tema, los cambios alimentares y las nuevas formas de vida son los principales desencadenantes en el aumento de la obesidad. Es decir, los criterios alimentares y la correría cotidiana de los padres son algunos de los factores que contribuyen a que los niños presenten sobrepeso.


    Muchos padres que tienen que dividirse entre las múltiples tareas, laborales y domésticas, les es más cómodo ofrecer una comida más rápida a sus hijos. Empiezan con los bollos industriales, los nuggets, y terminan con chuches y cositas por el estilo.
     
    Y eso día tras día, acabando por convertirse en un hábito y en una mala costumbre de consumir toda una parafernalia de comidas atractivas por su aspecto pero que no llevan los nutrientes ni las vitaminas necesarias para que los niños crezcan fuertes y sanos.

    Para esos padres, normalmente los que nunca tienen tiempo, lo más importante es saciar el hambre de sus hijos, sin preocuparse si están o no comprometiendo el futuro de su salud.

    Los padres, del mismo modo que muchos abuelos, también pecan con la preocupación exagerada por la cantidad de comida que consumen los niños. Les ofrecen unos menús sin considerar los controles cuanto a las grasas, azúcares, y otros componentes que solo engordan.

    Existen más informaciones sobre el tema, pero los hábitos siguen cambiando para peor. Lo ideal, según los expertos, es que un niño consumiera unas dos mil calorías diarias y que, mitad de ellas, fuese cubierta por los hidratos de carbono, un tercio por las grasas y el resto por proteínas. Pero, en lugar de comer pan, arroz o legumbres, los niños están comiendo dulces, refrescos y golosinas.



     

    Sedentarismo infantil

    Aparte del consumo de alimentos con alto contenido en grasas y azúcares, el sedentarismo de muchos niños les hacen más obesos. El practicar una actividad física es esencial a su crecimiento y a su salud. El estilo de vida que llevan los niños también ha cambiado mucho.

    La mayoría de las actividades que realizan se concentran en torno a la televisión, al ordenador y a los videojuegos. Muchas familias, por la falta de tiempo o por comodidad, acaban dejando a los niños delante de la televisión toda una tarde, en lugar de llevarlos al parque o a cualquier otra actividad que les favorezcan más.

    Los juegos al aire libre, las excursiones, los deportes, etc., son cada día sustituidos por actividades sedentarias. Según las últimas encuestas, los niños españoles pasan una media de 2 horas y media diarias viendo la televisión y media hora adicional jugando a los videojuegos o conectados a la Red.



     

    Otros factores

    Existen, además del mal hábito alimentario y la falta de actividad física, que son los que encabezan los motivos por los que la sociedad tenga sobrepeso, otros factores que determinan la obesidad infantil. Puede haber influencias sociales, fisiológicas, metabólicas y genéticas.
     
    Un niño con padres obesos, por ejemplo, estará predispuesto a ser obeso también. Sea por una cuestión social, de mal hábito alimentario, o por genética. También se puede presentar obesidad en caso de que el niño sufra algún trastorno psicológico.




    Males que pueden causar la obesidad a los niños

    - Problemas con los huesos y articulaciones
    - Dificultades para desarrollar algún deporte u otro ejercicio físico debido a la dificultad para respirar y al cansancio.
    - Alteraciones en el sueño
    - Madurez prematura. Las niñas obesas pueden entrar antes en la pubertad, tener ciclos menstruales irregulares, etc.
    - Hipertensión, colesterol, y enfermedades cardiovasculares
    - Disturbios hepáticos
    - Desánimo, cansancio, depresión, decaimiento.
    - Baja autoestima, aislamiento social, discriminación.
    - Trastornos que derivan en bulimia y anorexia nerviosas
    - Problemas cutáneos
    - Ocurrencia de diabetes

    Según los expertos, la obesidad cuando se manifiesta en la infancia y persiste en la adolescencia, y no se trata a tiempo, probablemente se arrastrará hasta la edad adulta.





     

    • Las consecuencias de la obesidad infantil:
    • Existen dos mayores consecuencias de la obesidad infantil. La primera está relacionada con cambios psicológicos. Ellos ocurren temprano en la vida e incluyen:
    • Baja autoestima.
    • Bajos resultados en el colegio.
    • Un cambio en la auto-imagen, particularmente durante la adolescencia.
    • Introversión, a menudo seguida de rechazo social.
    • La segunda consecuencia guarda relación con el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades o condiciones patológicas. Estas ocurren a una edad temprana (como por ejemplo aumento en la presión sanguínea), pero generalmente ocurren en la edad adulta.



    Las formas de manejar la obesidad en niños y adolescentes incluyen
    :

    • comenzar un programa de control del peso

    • cambiar los hábitos de comer (comer despacio, desarrollar una rutina)

    • planificar las comidas y hacer una mejor selección de los alimentos (comer menos alimentos grasosos y evitar los alimentos de poco valor nutritivo)

    • controlar las porciones y consumir menos calorías

    • aumentar la actividad física (especialmente el caminar) y tener un patrón de vida más activo

    • enterarse de lo que su niño come en la escuela

    • hacer la comidas en familia en vez de estar viendo la televisión o estar en la computadora

    • no utilizar los alimentos como premio

    • limitar las meriendas

    • asistir a un grupo de apoyo

    La obesidad con frecuencia se convierte en una cuestión para toda la vida. La razón por la cual la mayoría de los adolescentes ganan las libras que han perdido es que al alcanzar su meta, ellos regresan a sus hábitos viejos de comer y ejercitarse.

    Un adolescente obeso por lo tanto tiene que aprender a comer y a disfrutar de los alimentos saludables en cantidad moderada y ejercitarse regularmente para mantener el peso deseado. Los padres de un niño obeso pueden mejorar la autoestima de su hijo enfatizando sus puntos fuertes y cualidades positivas en vez de enfocarse en el problema del peso.

    Cuando un niño o adolescente con obesidad también tiene problemas emocionales, el siquiatra de niños y adolescentes puede trabajar con el médico de la familia del niño para desarrollar un plan de tratamiento comprensivo. Tal plan ha de incluir una metas de pérdida de peso, manejo de la actividad física y dieta, modificación del comportamiento y la participación de toda la familia.



Obesidad en los jóvenes: cómo reconocerla

Para conocer si existe o no sobrepeso, existe una fórmula que permite calcularlo de forma muy sencilla. Se trata del índice de masa corporal (IMC). 

Divide tu peso por tu estatura (talla) al cuadrado.
- Si el resultado está en el rango 20-26 si eres hombre y 19-25 si eres mujer, el peso aceptable.
- Si el resultado es mayor que 26 en el hombre y mayor que 25 en la mujer es muy probable que exista sobrepeso o propensión a la obesidad. 




Sobrepeso y Obesidad: qué hacer para no sufrir sus concecuencias

Las características más estrechamente asociadas al aumento de la prevalencia de la obesidad son todos los tipos de alimentos que ingerimos como H.de Carbono, proteínas, grasas. La grasa es la primera en almacenarse y la última en quemarse.

Por lo tanto, la grasa que usted ingiere y acumula en exceso, se transforma, también en exceso de grasa corporal y progresivamente deriva en Sobrepeso y Obesidad.

Existen medicamentos como el ORLISTAT, que actúa directamente sobre las grasas para su absorción en el intestino delgado. Con este medicamento se evita la asimilación del 30% de las grasas ingeridas a través de cualquiera de los alimentos.

Para descender de peso se recomienda:

1.- Reducir las cantidades de grasas que se ingieren.

2.-reducir las calorías pero alimentándose en forma variada y nutricionalmente balanceada, incorporando más verduras y frutas a su dieta.

3.-Coma, al menos, las tres comidas principales diarias. Entre las comidas puede comer colaciones o meriendas bajas en calorías y grasas, éstas harán que usted gaste calorías para digerir y absorber esos nutrientes.


Existen formas de vida que hay que inculcar a los niños, como una manera de facilitarles bajar de peso si sobrepasan los rangos considerados normales.

La práctica de deportes, las actividades sociales, hábitos alimenticios, disminución del consumo de calorías, entre otras medidas, ayudan a conseguir el objetivo deseado, puesto que combaten el creciente sedentarismo de nuestros niños.

Mención aparte merece el análisis del tiempo que un menor pasa frente a la TV: el ideal es menos de 2 horas por día.



 

¿De qué manera las actividades sociales pueden influir en la baja de peso?
Ayude a su hijo a mantenerse ocupado después de los deberes escolares con actividades tales como la música, actuación teatral, reuniones con niños. La vida social activa casi siempre redunda en una reducción del peso porque el niño está ocupado y no tiene tiempo para pensar en alimentos.
 

¿Se debe privilegiar la práctica del deporte?
 Por supuesto. Cuanto más actividades al aire libre tenga el niño o practique deportes, tanto más fácil le será perder peso. El deporte espanta todas las malas costumbres y hábitos indebidos ya que contactará al niño con gente sana y motivada por el deporte grupal.

Esta actividad se debe privilegiar sobre todo en los colegios, más aún ahora que se extenderá la jornada diaria. El rendimiento en el colegio no es solamente sinónimo de puros sietes. Debe ser un desarrollo integral de lo social, las actividades recreativas y el respeto a las normas establecidas.
 

¿Aumentan el consumo de calorías los ejercicios?
El ejercicio diario, además de acelerar la pérdida de peso, aumenta la sensación de bienestar físico. Una fórmula eficaz para conseguir el objetivo que nos preocupa es combinar régimen alimenticio con ejercicios.
 

¿Qué tipos de ejercicios se pueden realizar?
En general, es muy bueno dedicar 20-30 minutos diarios a ejercicios, tan simples como caminar, a la vez que limitar el tiempo de ver televisión. Nada complicado. Aprender nuevos deportes, entre ellos la natación, que quema muchas calorías; ejercicios aeróbicos.

Tenga muy en cuenta que si estas simples cosas son difíciles de lograr cuando pequeño, imagine lo que vendrá posteriormente. Esta es una tarea en la cual debe involucrarse toda la familia.

 

¿Cuál es la base del éxito de un tratamiento?
La única manea de obtener resultados verdaderos es a través de un esquema que modifique los hábitos alimentarios, acompañado de un plan que implique un mayor gasto energético. El problema mayor es que vivimos en una sociedad muy contradictoria, puesto que por una parte promueve la imagen de hombres y mujeres "esculturales", pero por otra difunde la masificación de la comida "chatarra", además de que las comodidades del mundo actual hacen que la vida sea cada vez más sedentaria.

El problema es serio. La cifras de adolescentes obesos ya apuntan entre un 40 y un 50 por ciento.




MAS VALE PREVENIR QUE REMEDIAR

Son tantas las consecuencias sobre la salud que provoca la obesidad y otros desordenes alimentarios que tarde o temprano vamos a tener alguno de estos problemas, que van minando nuestra salud poco a poco sin que nos demos cuenta o no queramos darnos cuenta.

Definitivamente en la OBESIDAD es más fácil y menos complicado PREVENIR que tratar esta enfermedad.

 Tendríamos que empezar por la labor educativa, por enseñar desde pequeños a los niños a conocer los alimentos que les pueden producir daño a corto, mediano y largo plazo. Reforzamiento positivo de sus actitudes sin que estén involucrados los alimentos.

 Aprender como algunos alimentos pueden ser substituidos por otros de menor valor calórico y más saludables.

 Identificar y modificar patrones de vida que puedan desencadenar en un problema de OBESIDAD. Un cambio gradual en los hábitos de alimentación, disminuir gradualmente el uso de grasas en la alimentación.

 Aprender la diferencia entre hambre y antojo. Si se tiene la sensación de traer algo en la boca esto NO es hambre.

 Si la sensación viene desde el estomago esto si puede ser hambre, siéntate y disfruta de algún alimento bajo en calorías. Prepara pequeños trozos o cucharaditas y mastica varias veces estos pequeños bocados.

Recuerda que COMER ES UN PLACER CUANDO SE SABE HACER.

 Trata de NO comer mientras estas viendo televisión u oyendo radio o leyendo el periódico o una revista o parado junto al refrigerador o en el automóvil. NO cenes en la cama, después de cenar trata de caminar. 

 NO dejes que tus emociones te traicionen, ya que siempre lograras el objetivo que te planteaste, la perseverancia te llevara al éxito.

 Si te gusta el postre, prepara gelatina baja en calorías con piezas de frutas en su interior y disfrútala. 

 Incrementa tu consumo de agua, recuerda que el 85% de nuestro cuerpo son líquidos.

 

Si tienes mucha hambre y NO quedas satisfecho después de haber intentado lo de los párrafos anteriores, ocupa tu tiempo:

Llama por teléfono a un amigo o visita a un vecino.

Escribe una carta y verifica tus errores ortográficos.

Ve a ver una película (cuidado con comer muchas palomitas).

Trata de resolver un crucigrama.

Acaba de armar ese rompecabezas añejado.

Organiza las fotos y pónlas en un álbum.

Póntee a reorganizar tus cajones de ropa.

¿Ya revisaste que zapatos requieren una boleada?


 Si te propones ir cambiando tu actitud y realizando una a una de estas actividades, verás que la constancia será la base del éxito.

 Recuerda que el EJERCICIO es tu mejor aliado para PREVENIR la OBESIDAD y mejorar tu calidad de vida.







Cómo prevenir la obesidad infantil

¿Cómo creamos conciencia de una buena alimentación a un niño?
  1. Que los padres sean un ejemplo de una nutrición balanceada, que exhiban costumbres saludables, como el comer frutas y vegetales y granos integrales. 
  2. Que se ofrezcan alimentos saludables una y otra vez, y a veces hasta el cansancio, hasta que el niño se sienta familiarizado con ellos y que entienda 'que en casa se hace lo mejor posible para alimentarse saludablemente'.
  3. Que se hable de la nutrición como algo esencial de la vida, en lugar de usar los alimentos como amenaza o un premio a una acción que el niño deba hacer. 



¿Qué podemos hacer si nuestro hijo se rehúsa a comer vegetales y frutas?

Es normal que los niños se rehúsen, sin embargo tenemos que continuar ofreciéndolos y darles diferentes alternativas para su consumo y nunca darnos por vencidos. Por ejemplo:

• Tener frutas y vegetales cortados y disponibles para una merienda rápida. Se pueden comer con un yogur bajo en grasa o un queso requesón tipo cottage

• Ofrecerles opciones atractivas y saludables, como es el caso de los jugos cien por ciento naturales que no contienen azúcares ni aditivos.

• Lo bueno de buscar alternativas prácticas es de ofrecer los mismos beneficios nutricionales pero en diferente empaque, es decir intercambiar entre las frutas y vegetales frescos con jugos cien por ciento natural.



¿Qué aconseja frente a la inevitable atracción del fast-food ?
Mi consejo como nutricionista es que no se debe evitar por completo ya que los niños la disfrutan y al fin y al cabo van a tener acceso a esa comida. Lo mejor es educar al niño, por ejemplo, pedir las porciones más pequeñas, compartir las papas fritas o dulces. Ordenar bebidas que provean beneficios nutricionales, como la leche y los jugos naturales, y no olvidarnos que los restaurantes de comida rápida están ofreciendo
ensaladas y frutas frescas como parte de sus menús.



El tratamiento para la obesidad tiene cuatro grandes pilares:

TRATAMIENTO DIETÉTICO: Con dieta de bajas calorías.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO: Con medicamentos que reduzcan el apetito.

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO: Mediante la realización de diferentes técnicas quirúrgicas.

CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA: Cambios alimentarios y aumento de la actividad física.


Por lo expuesto anteriormente debe interpretarse, que para de evitar el sobrepeso corporal o que este no se transforme en un estado de obesidad, de todos los tipos de tratamientos para adelgazar mencionados, por la simplicidad de efectuarlos y su bajo costo y complejidad, existen 2 estrategias indiscutidas:

  1) LA DIETA DE BAJAS CALORÍAS

  2) EL AUMENTO DE LA ACTIVIDAD FÍSICA.

La primera impide el ingreso de un exceso de nutrientes que aumentan las calorías ingeridas, la segunda “quema” el remanente de calorías que no necesita el organismo, que al no “gastarse” se transformarán en aumento del peso corporal.

Tratamientos quirúrgicos: Cirugía menos invasiva para grandes obesos.

En la actualidad, tanto en la medicina prepaga como la de algunas obras sociales introducen la laparoscopia para reducir la agresión quirúrgica en la obesidad mórbida (obesos con un I.M.C. superior a 45).

El objetivo del tratamiento quirúrgico de los grandes obesos no es estético, sino mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de infarto y otros problemas asociados. En los últimos cinco años, las técnicas disponibles se han generalizado en los grandes centros asistenciales; a tal punto, que algunos empiezan a operar sin necesidad de abrir el abdomen.

Cuando el tratamiento para adelgazar recurre al método quirúrgico, se supone que es una obesidad mórbida, donde fracasaron los intentos de tratamientos más conservadores.

El tratamiento quirúrgico consiste en incidir en algún tramo del tubo digestivo tanto para dar sensación de saciedad, como para dificultar la absorción de ciertos alimentos.
'Para conseguir dar sensación de saciedad al paciente limitando la cantidad de alimento que ingiere se aplican las técnicas denominadas restrictivas, que consisten en reducir la capacidad del estómago.
 
La clásica es la gastroplastia vertical anillada, en la que se reduce el estómago a unos 60 o 80 mililitros.

tratamiento-de-la- obesidad

tratamiento sobrepeso

Otra técnica restrictiva utilizada es la malla gástrica, que produce los mismos efectos que la anterior pero su ejecución es menos agresiva. Consiste en instalar en el estómago una malla que regula la cantidad de alimentos que ingiere el individuo.


Finalmente hay que mencionar otro tratamiento para adelgazar que recurre a una cirugía más compleja: el by-pass gástrico consiste en reducir quirúrgicamente la capacidad del estómago creando un pequeño reservorio al que se conecta un intestino delgado recortado, al que a su vez se deriva el conducto que aporta los jugos gástricos que ayudarán en la absorción. Con ello se reduce la cantidad de alimento ingerido y se limita su absorción, de forma que el paciente termina adelgazando sin padecer crisis diarreicas.

Sin embargo, hay que advertir que tiene que existir una indicación precisa, por  tratarse de intervenciones quirúrgicas complejas que tienen asociadas posibles complicaciones pudiendo llegar a poner en peligro la vida de los pacientes.
 



 


 Tratamiento quirúrgico de la Obesidad

 


Criterios de selección

 

Los criterios para seleccionar a los pacientes obesos y candidatos al tratamiento quirúrgico son, según la Sociedad Americana de Cirugía de la Obesidad:

1) Pacientes con exceso de peso importante, que supera el 50% o más de su peso ideal, o que tengan un I.M.C superior a 40
2) Pacientes con I.M.C. superior a 35, con enfermedades agravadas por la obesidad: diabetes, hipertensión, insuficiencia cardio-respiratoria, etc.
3) Fracaso en tentativas de adelgazamiento por métodos conservadores bien dirigidos
4) Ausencia de enfermedades endócrinas responsables de la obesidad como hipotiroidismo, hipopituitarismo, Síndrome de Cushing
5) Pacientes que no tengan dependencia a drogas o alcohol
6) Pacientes psicológicamente estables por más de un año
7) Dificultades en la locomoción, higiene personal o desajuste social
Comprensión de la intervención y aceptación de sus ventajas, riesgos y consecuencias
9) Actitud positiva hacia la cirugía y al seguimiento post operatorio, que no será menor a cuatro años





Si un paciente obeso, candidato al tratamiento quirúrgico presenta alguna o varias de las siguientes condiciones, las mismas funcionan como criterios de exclusión para la cirugía:

  • neumopatías graves como enfisema o antecedentes de embolia pulmonar
  • insuficiencia cardíaca
  • insuficiencia renal
  • cirrosis hepática
  • alteraciones psiquiátricas o bajo coeficiente intelectual
  • embarazo
  • dependencia a drogas o alcohol
La cirugía obtiene los mejores resultados en el tratamiento de la obesidad mórbida cuando es realizada por cirujanos expertos en el tema, y los pacientes cumplen las indicaciones post-quirúrgicas. Es muy importante que ellos sean capaces de tolerar los cambios de hábitos alimentarios (se disminuye muchísimo la cantidad y calidad de alimentos ingeridos), además de las alteraciones somáticas resultantes de la operación.



 

 

Técnicas quirúrgicas

 

Las técnicas pueden ser:

a) restrictivas (son aquellas que reducen la capacidad del estómago y por lo tanto la cantidad de alimentos ingeridos y su consiguiente aporte calórico)

b) malabsortivas (son aquellas que disminuyen la superficie de contacto entre el alimento ingerido y la mucosa intestinal con capacidad absortiva)

c) mixtas (combinan ambas técnicas)
Las técnicas malabsortivas puras, que fueron las primeras en ser utilizadas, cayeron en desuso por sus frecuentes y graves complicaciones post-operatorias.




Las técnicas empleadas actualmente son:



1) Banda gástrica:


es una técnica poco agresiva que no coloca una grampa en el estómago y que tampoco corta en forma alguna a este órgano. Además, es fácilmente reversible y se realiza por vía laparoscópica.

  • La banda actúa como un cinturón colocado en la parte superior y externa del estómago. Al ajustarse, crea un pequeño reservorio con capacidad de 30 a 50 ml. El mismo se comunica con el resto del estómago por un canal estrecho.
  • El reservorio superior brinda sensación de saciedad y disminuye la cantidad de alimentos que se ingieren.
  • No tiene complicaciones metabólicas, diarreas o pérdidas vitamínicas.
  • La recuperación post operatoria es rápida.

2) Gastroplastía vertical:


En esta técnica el estómago se cierra con una cuádruple fila de grampas de titanio y, creándose un reservorio muy pequeño
  • A renglón seguido, se coloca un anillo de silastic en la parte inferior y externa del neo-estómago, para dificultar el paso de la comida. Esto brinda sensación de saciedad.
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  • 3) Derivación gástrica:
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  • Esta técnica se indica en pacientes con I.M.C. entre 40 y 50 y en los súper obesos.
    • Se fabrica también un reservorio pequeño de estómago, que conectado al intestino, deriva directamente el alimento a este último órgano.
    •  
    • La disminución de peso se produce por pérdida del apetito, reducción de la capacidad del estómago, restricción del vaciamiento del reservorio gástrico, inducción de saciedad y mal absorción selectiva de grasas.
    Las técnicas restrictivas por sí solas no alcanzan, salvo que se acompañen de un tratamiento dietético estricto. Durante los primeros meses, los pacientes deben alimentarse con “batidos equilibrados” que aportan las calorías, proteínas, oligoelementos y vitaminas necesarias para el cuerpo. Con el tiempo, se retoma una dieta más libre, pero que también aporta menor cantidad de alimento.

    Existen otros métodos mixtos y más complejos, de uso no rutinario, indicados en pacientes con I.M.C mayores a 60.

    Las técnicas malabsortivas son las que mejores resultados brindan a aquellos pacientes que quieren bajar de peso sin dejar de comer. El problema a largo plazo son las carencias nutricionales, vitamínicas y metabólicas, consecuencias de una excesiva mal absorción. En estos casos, es imprescindible la suplementación de calcio, hierro y vitaminas durante toda la vida o período en que dure el tratamiento.

    Una mención aparte merece el balón intragástrico, dispositivo que se coloca mediante un procedimiento no quirúrgico y que también reduce la capacidad del estómago. Una vez colocado dentro del estómago por vía endoscópica, se llena con una solución salina dejándose.

    El lapso máximo para la presencia del balón dentro del estómago es de seis meses. Pasado ese período de tiempo, debe retirarse.
     
    El resultado: reduce la sensación de hambre, con saciedad precoz luego de una ingesta. La pérdida de peso obtenida depende del cumplimiento de la dieta y los cambios de hábitos alimentarios. El adelgazamiento con este tipo de procedimiento tiene un promedio que oscila entre los 15 y 30 Kg., a lo largo de seis meses. Los límites de edad aceptados para su uso están entre los 18 y 55 años.


     

     

    Resultados de los tratamientos quirúrgicos

     

    En condiciones normales el paciente portador de obesidad severa consigue un descenso de 8 a 12 Kg. el primer mes y de 3 a 5 Kg. los meses siguientes. Así puede continuar hasta llegar a un peso aproximado con un rango que oscila entre el 7 y el 10 por ciento por arriba de su peso ideal.

    La Sociedad Mexicana de Cirugía clasifica los resultados sobre la base del porcentaje de pérdida de exceso de peso después de la cirugía. Estos son:

  • Excelente (100-75 por ciento)
  • Bueno (74-50 por ciento)
  • Regular (49-25 por ciento)
  • Malo (24-0 por ciento)
  • Fracaso (0 por ciento)
     
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