El alcohol
El alcohol es una sustancia depresora del sistema nervioso central; además de tener efecto sobre el cerebro y variar algunas de sus funciones (coordinación, atención, memoria...), su uso continuado también afecta a otros órganos como el riñón, el hígado o el sistema circulatorio. Inicialmente, los efectos del alcohol son sutiles, pero pueden ser peligrosos porque una persona bajo sus efectos no es un buen juez de su conducta.
Beneficios y peligros del alcohol
Se dice que los excesos de las cosas buenas son malos, y en el caso del alcohol, es especialmente cierto.
Beber demasiado alcohol causa una larga lista de serios problemas de salud, incluyendo infartos, diversos cánceres y ataques al corazón, así como el alcoholismo, que es una enfermedad en sí misma.
Por otro lado, cualquier estudio sobre el alcohol ha demostrado que su consumo moderado tiene efectos beneficiosos para la salud.
Investigaciones llevadas a cabo en el año 1999 demuestran que el consumo moderado de alcohol (básicamente de vino tinto) disminuye el riesgo de embolia, pero consumir elevadas cantidades de alcohol aumenta el riesgo de ataques.
Efectos adversos del alcohol:
El consumo exagerado de alcohol o determinados abusos pueden comportar enfermedades como: cirrosis hepática, pancreatitis, cáncer de labio, de boca, de laringe, de esófago y de hígado.
A la larga, beber excesivamente puede tener consecuencias en la salud como: pérdida del apetito, deficiencia vitamínica, mala digestión de alimentos, problemas de piel, impotencia sexual, obesidad, problemas del sistema nervioso central, pérdida de memoria, desórdenes psicológicos.
El consumo de alcohol durante mucho tiempo incrementa:
- El riesgo de tener un accidente automovilístico.
- Las distracciones en el trabajo.
- La tendencia al homicidio o al suicidio.
- El riesgo de dañar al feto durante el embarazo.
Alcohol-hombre y alcohol-mujer
Los criterios comunes mínimos permiten considerar como unidad de medida del consumo de alcohol los gramos, y se establece la conveniencia de diferenciar el consumo en función del sexo.
¿El alcohol afecta de la misma forma a hombres y mujeres?
La ciencia ratifica que el alcohol perjudica más a la mujer.
La ciencia ha dedicado buena parte de interés a esta cuestión, y a veces ha adjudicado esta enfermedad al hombre, pero las estadísticas demuestran que el consumo del alcohol entre las mujeres aumenta e incluso supera el de los hombres.
Desde las primeras investigaciones se supo que las mujeres y los hombres no metabolizan el alcohol de la misma forma, y que éste daña más el hígado y el corazón de las mujeres. Una investigación de la Facultad de Medicina de Mount Sinaí (Nueva York) confirma que uno de los tres enzimas que descomponen el alcohol es dos veces más eficaz en los hombres que en las mujeres. También es importante remarcar que la tolerancia al alcohol por parte de la mujer es menor que para el hombre.
Si una mujer bebe lo mismo que un hombre, los daños pueden ser superiores.
La diferencia de sexo determina muchas diferencias en los efectos del alcohol, y está directamente relacionada con el daño cerebral, que en las mujeres es más elevado en el caso de una concentración alta de alcohol en la sangre.
Estudios basados en imágenes de resonancias magnéticas han demostrado que el consumo excesivo de alcohol encoge el cerebro, sobre todo la materia blanca, y aumenta el fluido cerebroespinal en él. Hace dos años se pudo constatar que en el caso de las mujeres pasa algo similar, pero que las mujeres perdían un 11% de materia gris, frente al 5,6% que pierden los hombres.
Riesgos del alcohol
A nivel psicológico:
- Pérdida de memoria
- Dificultades cognitivas
- Demencia alcohólica
A nivel orgánico:
Bebida alcohólica
Las bebidas alcohólicas son bebidas que contienen etanol (alcohol etílico).
Atendiendo a la elaboración se pueden distinguir entre bebidas producidas por fermentación alcohólica (vino, cerveza, hidromiel, sake) en las que el contenido en alcohol no supera los 18-20 grados, y las producidas por destilación, generalmente a partir de un producto de fermentación (licores, aguardientes, etc.)
Alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol.
Es una enfermedad crónica y se considera una adicción de las más habituales y peligrosas, ya que por lo regular termina con el fallecimiento de quien la padece. La afección se caracteriza por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual ocasiona problemas físicos, mentales, emocionales o sociales, entre otros.
El alcoholismo consiste en un consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo.
Es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades laborales.
Consideraciones
El alcohol es la droga más antigua y de mayor uso en el mundo. Se estima que 15 a 20% de las consultas recibidas por los médicos de cabecera son atribuibles al alcohol o a sus consecuencias; el abuso de esta sustancia puede originar serios problemas de salud, incluso cirrosis (destrucción del hígado), demencia y daño a los músculos del corazón (cardiomipatía).
Los alcohólicos tienen mayor riesgo de accidentes, especialmente cuando están ebrios (borrachos). El alcoholismo afecta seriamente la relación del alcohólico con su familia, limita las aspiraciones profesionales del individuo y, sin no se recibe tratamiento a tiempo, finalmente ocasiona la muerte.
Causas
No se ha identificado una causa específica que genere la dependencia al alcohol. Sin embargo, se han propuesto algunos factores que pueden contribuir a que ésta se genere como son: las amistades, algún familiar alcohólico, ansiedad, baja autoestima, estrés, infelicidad, entre otros.
CAUSAS
El alcoholismo es un tipo de drogodependencia.
Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la física y la psicológica. La dependencia física se revela por sí misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su consumo.
El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso son la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática).
El sistema cardiovascular se ve afectado por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una disfunción en la erección del pene en el hombre y una desaparición de la menstruación en la mujer. El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome fetal del alcohol.
El desarrollo de la dependencia del alcohol puede ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una progresión. Primero se desarrolla la tolerancia alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos adversos.
Después de la tolerancia aparecerán los lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la total pérdida del control.
No hay una causa definida del alcoholismo pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable el desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar alcohólico que en otras que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.
Entre los factores psicológicos se incluyen: la necesidad de consuelo para la ansiedad, conflictos en las relaciones personales, baja estima personal, etc...
Los factores sociales incluyen: la facilidad de consumo de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol, estilos de vida de stress, etc...
La incidencia en la dependencia del alcohol está aumentando. Las estadísticas varían pero aproximadamente un 7% de adultos en Europa están afectados.
Manifestaciones
Los afectados pueden presentar algunas de las siguientes características:
- Beber alcohol dos o tres veces a la semana
- Tomar solo o a escondidas
- Dejar pendientes compromisos o actividades por beber
- Necesidad de tomar alcohol para estar tranquilo
- Llegar con frecuencia a la embriaguez
- Tener problemas familiares, sociales o laborales debido a las consecuencias de beber
- Problemas sexuales en el hombre (alteraciones en la erección)
- Falta de menstruación (sangrados mensuales en la mujer)
- Alteraciones en el tracto gastrointestinal (agruras, sangrado, dolor)
- Anemia (palidez)
- Desnutrición
Características
Hasta el momento no existe una causa común conocida de esta adicción,aunque varios factores pueden jugar un papel importante en su desarrollo y las evidencias muestran que quien tiene un padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta enfermedad.
Ello puede deberse, más que al entorno social, familiar o campañas publicitarias, a la presencia de ciertos genes que podrían aumentar el riesgo de alcoholismo.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, baja autoestima, facilidad para conseguir el alcohol y aceptación social del consumo de alcohol.
Dipsomanía o alcoholismo episódico
Los especialistas consideran que hay dos tipos de dependencia al alcohol,una psicológica, más relacionada con problemas afectivos y de relaciones personales que el adicto ha sufrido a lo largo de su vida, y otra física que se revela, entre otras cosas, porque en el momento en que la persona interrumpe la ingesta de alcohol se presenta el “síndrome de abstinencia”, caracterizado por temblores en dedos, lengua y extremidades, sudoración, taquicardia (aceleración del pulso), ansiedad, irritabilidad, náuseas, vómito, falta de apetito, insomnio e incluso alucinaciones visuales o auditivas (delirio).
Asimismo, cabe señalar que dentro de la dependencia física al alcohol se distinguen dos formas distintas de beber, una continua, en la que el enfermo necesita consumir a menudo o diariamente bebidas embriagantes, y otra episódica, llamada dipsomanía, en la que se alternan etapas de abstinencia relativamente prolongadas (el enfermo pueden durar una semana o más sin beber) con severas recaídas.
De acuerdo con la décima revisión a la Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud (CIE-10), en su apartado dedicado a los trastornos ocasionados por el uso de drogas y sustancias psicoactivas, la dipsomanía se agrupa dentro de la categoría de padecimientos que generan síndrome de dependencia.
La dipsomanía difiere de una borrachera ocasional (intoxicación aguda) y del consumo perjudicial de alcohol (cuando hay consumo continuo de bebidas pero éste puede abandonarse) debido a que se presentan tres o más de los siguientes aspectos en un lapso de 12 meses:
.Deseo intenso o compulsión por consumir alcohol.
- Disminución de la capacidad para controlar o interrumpir el consumo de bebidas embriagantes.
- Presencia de síndrome de abstinencia durante los períodos en que se abandona la sustancia estimulante, mismo que genera nuevas recaídas.
- Aumento progresivo en la cantidad o concentración de las bebidas para conseguir los mismos efectos que originalmente se producían con dosis más bajas (resistencia al alcohol).
- Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones, a causa del consumo de la sustancia.
- Persistencia en el consumo de alcohol a pesar de las consecuencias perjudiciales que ocasiona física y mentalmente.
Diversos especialistas coinciden en que mientras la persona que padece alcoholismo continuo o crónico, al estar intoxicada diariamente, actúa de manera "pasiva", es decir, desgasta sus relaciones sociales paulatinamente y expone a su organismo a daños severos generados por su manera de beber, el dipsómano, en contraparte, tiene comportamiento social que durante la abstinencia puede parecer normal, pero en los episodios de alcoholización se vuelve "explosivo", no controla su conducta y es violento, de modo que suele involucrarse en peleas y percances automovilísticos en los que peligra su vida.
CONCENTRACIÓN DEL ALCOHOL EN LA SANGRE
El alcohol es una substancia depresiva que diminuye el funcionamiento del sistema nervioso. Éste comienza a afectar al cuerpo rápidamente.
El alcohol entra al torrente sanguíneo desde:
- el estómago, en donde se absorbe una cantidad pequeña.
- el intestino delgado, donde se absorbe la mayoría del alcohol.
La sangre transporta el alcohol a todo el cuerpo.
En el hígado El alcohol se convierte en agua, dióxido de carbonoy energía, a la razón de ½ onza de alcohol puro por hora.
En el cerebro El proceso de razonamiento se disminuye conforme el alcohol afecta a las neuronas. Entre más alta sea la concentración del alcohol, mayor será el número de neuronas afectadas.
Los efectos duran hasta que TODO el alcohol ha sido procesado. Esto tarda aproximadamente una hora y media por 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1 cóctel en una persona de 75 kg.
EFECTOS DEL ALCOHOLISMO
Podemos considerar que existen dos tipos de intoxicación debida al consumo de alcohol cada una con características diferentes:
INTOXICACIÓN AGUDA:
Es la ocasionada por la ingestión masiva de alcohol. La absorción de este alcohol por el organismo esta determinada por :
- La graduación: concentración de alcohol en la bebida. •La composición química de las bebidas: puede favorecer la absorción del alcohol. •La presencia de comida en el estomago. •El peso del sujeto: menos peso, más absorción. •El sexo: las mujeres son más sensibles. •La habituación: estados avanzados de alcoholismo reducen la tolerancia al alcohol.
Una vez absorbido el alcohol, es metabolizado en una compleja serie de reacciones. Los efectos, según la cantidad, pasan por:
1. FASE PRODRÓMICA
( 0,25 gr./l -0,3 gr./l ) Cuando el individuo percibe un cambio en su estado mental. Determinados tests psicomotores y aptitud revelan ALTERACIONES que afectan la percepción de los sentidos y una disminución de los reflejos.
2. EXCITACIÓN
( 0,3 gr. / 1,5 gr./l ) Perdida de la inhibición y perdida del autocontrol con parálisis progresiva de los procesos mentales más complejos. Este es el primer estado que puede comportar cambios de personalidad.
3. INCOORDINACIÓN
( 1,5 gr. /l - 3 gr./l) : Temblor, confusión mental, incoordinación motriz: generalmente, la persona acaba durmiéndose.
4. COMA Y MUERTE (+3 gr./l).
INTOXICACIÓN CRÓNICA:
Provocada por intoxicaciones agudas repetidas o excesivo y continuado consumo de alcohol. La enfermedad dependerá del hábito de beber de cada individuo.
El beber consistentemente y en forma sostenida puede con el transcurso del tiempo causar síntomas de supresión durante los períodos de no tomar y un sentido de dependencia, pero esta dependencia física no es la única causa del alcoholismo.
Estudios sobre las personas con enfermedades crónicas quiénes han tomado medicamentos para el dolor durante mucho tiempo han encontrado que una vez que estas personas resisten el proceso de retiro físico, a menudo pierden todo deseo para los medicamentos que habían estado tomando. Para desarrollar alcoholismo, otros factores generalmente juegan un rol, incluyendo la biología y la genética, la cultura y la psicología.
CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO
Cerca de 200,000 defunciones al año pueden ser completamente o parcialmente atribuidas al beber. El alcoholismo puede matar en muchas maneras diferentes. En total, reduce la esperanza de vida por 10 a 12 años. Entre más temprano una persona empieza a beber gran cantidades de alcohol en gran medida, mayores serán sus perspectivas de desarrollar enfermedades graves más adelante.
La sobredosis.
El alcohol es una droga y personas pueden morir de la sobredosis. Esto es un peligro específico para los adolescentes que pueden querer impresionar a sus amigos con su capacidad para beber alcohol pero que todavía no pueden medir los efectos.
Accidentes y violencia.
El alcohol juega una función mayor en más de la mitad de todas las muertes automovilísticas. Menos de dos bebidas pueden deteriorar la capacidad para conducir. El alcohol también aumenta el riesgo para las lesiones accidentales resultando de muchas otras causas.
Un estudio de los pacientes en una sala de emergencias informó que 47% de las personas que fueron admitidas para lesiones probaron positivas para el alcohol y 35% estaban intoxicadas. De las personas que estaban intoxicadas, 75% mostraron evidencia de alcoholismo crónico. Esta enfermedad es el diagnóstico primario en una cuarta parte de todas las personas que se suicidan; el alcohol se implica en 67% de todos los asesinatos.
Problemas médicos.
El alcoholismo puede dañar el cuerpo en tantas maneras, que es imposible tratar estos problemas plenamente en un informe corto.
Lo siguiente son sólo algunos de los trastornos causados por el consumo crónico del alcohol:
- Cardiopatía. Aunque el consumo moderado del alcohol parece reducir el riesgo de los ataques cardíacos al mejorar los niveles de colesterol, dosis más grandes de alcohol pueden desencadenar latidos del corazón irregulares y aumentar la presión arterial hasta en personas sin una historia de cardiopatía. Un estudio principal encontró que personas que consumían más de tres bebidas alcohólicas al día tenían una presión arterial mayor que teetotalers, con los bebedores más empedernidos teniendo presiónes arteriales aún mayor; las personas que tomaban se iban de borrachera en borrachera tenían presiones arteriales mayores que las personas que bebió regularmente. Un estimado 11% de todos los casos de hipertensión son causados por una ingesta alcohólica excesiva. El abuso crónico del alcohol también puede lesionar el músculo del corazón que conduce a la insuficiencia cardíaca; las mujeres son particularmente vulnerables a este trastorno.
- El cáncer. El alcohol quizás no cause cáncer, pero probablemente puede realzar los efectos carcinogénicos de otras sustancias, como el humo de cigarrillos. Cerca de 75% de cánceres del esófago y 50% de cánceres de la boca, la garganta y la laringe se atribuyen al alcoholismo. El alcoholismo también se asocia con un mayor riesgo para los cánceres colorrectales. El tabaquismo combinado con el beber realza los riesgos para todos estos cánceres extraordinariamente. El riesgo para el cáncer hepático aumenta en los alcohólicos y hasta el beber moderadamente -tres a nueve bebidas a la semana- puede aumentar las perspectivas del desarrollo del cáncer de mama en las mujeres.
- Trastornos mentales y neurológicos. El uso habitual del alcohol deprime el sistema nervioso central, produciendo depresión clínica, confusión y, en los casos graves, psicosis y trastornos mentales. El alcohol también puede causar problemas neurológicos más leves, incluyendo insomnio y cefalea (dolores de cabeza) (especialmente después de beber vino rojo). Excepto en los casos graves, el daño neurológico no es permanente y la abstinencia casi siempre conduce a la recuperación de la función mental normal.
- Problemas gastrointestinales (del tubo digestivo). El hígado en particular es puesto en peligro por el alcohol. Aquí, el alcohol se convierte en una sustancia aún más tóxica, acetaldehído, que puede causar daño sustancial, incluyendo cirrosis en 10% de personas con alcoholismo. El daño hepático es más común y se desarrolla más rápidamente en las mujeres que en los hombres con historias similares del abuso de alcohol. Dentro del tracto gastrointestinal, el alcohol puede contribuir a la causa de úlceras y de pancreatitis, una grave infección del páncreas. En una escala menor, puede causar diarrea y hemorroides.
- Trastornos de la piel, musculares y óseos. El alcoholismo severo se asocia con la osteoporosis, la emaciación de los músculos con hinchazones y dolor, las heridas de la piel y comezón. Además, parece que las mujeres dependientes del alcohol confrontan un mayor riesgo para el daño a los músculos, incluyendo músculos del corazón, por los efectos tóxicos del alcohol.
- Las infecciones. El alcohol suprime el sistema inmunitario y las personas con alcoholismo son propensas a las infecciones, en particular a la neumonía.
- Problemas sexuales. El alcoholismo aumenta los niveles de la hormona femenina estrógeno y reduce los niveles de la hormona masculina testosterona, factores que contribuyen a la impotencia en los hombres.
- El tabaquismo. Un estudio reciente concluye que alcohólicos que fuman se enfrentan con un riesgo mayor del tabaco que del alcohol. El tabaquismo es 2 a 3 veces tan prevalente entre las personas que abusan sustancias que la población general; se cree que alcohólicos constituyen una cuarta parte de todos los fumadores. Más alcohólicos mueren de enfermedades relacionadas con el tabaco, como la cardiopatía o el cáncer, que de la enfermedad hepática crónica, la cirrosis, u otras enfermedades relacionadas con el beber excesivamente.
- La diabetes. El alcohol puede causar hipoglicemia, una disminución en el azúcar sanguíneo, que es especialmente peligrosa para las personas con diabetes que están tomando insulina. Las personas que están intoxicadas quizás no puedan reconocer los síntomas de la hipoglicemia, una enfermedad particularmente peligrosa.
- La malnutrición y el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Una pinta de whisky proporciona cerca de la mitad de las calorías diarias que necesita un adulto, pero no tiene valor nutritivo. Además de reemplazar los alimentos, el alcohol también puede dificultar la absorción de las proteínas, las vitaminas y otros nutrientes. La malnutrición puede causar muchos problemas en las personas con alcoholismo, pero la carencia de la vitamina B tiamina es un riesgo específico. Puede dar lugar a una grave enfermedad, el síndrome de Wernicke-Korsakoff, el cual puede causar daño cerebral permanente y la muerte. En un estudio, 40% de las personas con este síndrome murieron durante el tratamiento del alcoholismo. Los síntomas son el tambaleo severo, la confusión y la pérdida de la memoria. Otro problema nutricional grave es la carencia de la vitamina B ácido fólico, la cual puede causar anemia severa.
- Síndrome de dificultad respiratoria agudo. El síndrome de dificultad respiratoria agudo (ARDS, acute respiratory distress syndrome) es a veces una forma mortal de la insuficiencia del pulmón que puede ser causada por varias afecciones médicas (incluyendo la cirugía del baipás del corazón y del pulmón, una infección severa, el trauma, las transfusiones de sangre, la neumonía y otras infecciones del pulmón). Un estudio reciente indica que los pacientes de terapia intensiva con unos antecedentes del abuso de alcohol tienen un riesgo significativamente mayor para el desarrollo de ARDS durante la hospitalización.
- Interacciones de medicamentos. Los efectos de muchos medicamentos son fortalecidos por el alcohol, mientras que otros son inhibidos. De importancia especial es su efecto de refuerzo sobre los medicamentos que también deprimen el sistema nervioso central, incluyendo medicamentos de antiansiedad, sedativos, antidepresivos y antipsicóticos. El alcohol interactúa con muchos medicamentos usados por diabéticos. Dificulta los medicamentos que previenen las crisis convulsivas y con aquellos usados para prevenir la coagulación de la sangre. Aumenta el riesgo para la hemorragia del tubo gastrointestinal en las personas que toman aspirina u otros medicamentos inflamatorios sin esteroides. En otras palabras, tomando casi cualquier medicación debe excluir el beber alcohol.
- Embarazo y desarrollo infantil. Hasta las cantidades moderadas de alcohol pueden tener efectos dañinos sobre el feto en desarrollo, incluyendo bajo peso al nacer y un mayor riesgo para el aborto espontáneo. Las cantidades altas pueden causar síndrome alcohólico fetal, que puede dar lugar al daño cerebral y tanto al retardo mental como al del crecimiento. Un estudio reciente indica un riesgo significativamente mayor para la leucemia en los lactantes de mujeres que beben cualquier tipo de alcohol durante el embarazo.
- Problemas para las personas mayores. Conforme envejecen las personas el cuerpo metaboliza el alcohol de manera diferente. Toma menos bebidas para intoxicarse, y los órganos pueden ser dañados por cantidades más pequeñas de alcohol. En un estudio de personas con cirrosis alcohólica, la tasa de mortalidad para las personas mayores de 60 años de edad fue 50% comparado con sólo 7% para los jóvenes. Además, hasta una mitad de los 100 medicamentos más prescritos para las personas mayores reacciona negativamente con el alcohol. Los médicos pueden pasar por alto el alcoholismo al evaluar a los pacientes ancianos, atribuyendo equivocadamente los signos del abuso de alcohol a los efectos normales del proceso de envejecimiento.
- Efectos psicológicos sobre los niños. Casi siete millones de niños viven en hogares con al menos un padre alcohólico. El alcoholismo aumenta el riesgo para el comportamiento y el abuso violentos. Los niños de padres alcohólicos tienden responder peor que otros académicamente, tener una incidencia mayor de depresión, ansiedad y estrés y tener un autoestima inferior que otros niños. Los hogares alcohólicos son menos cohesivos, tienen más conflictos y sus miembros son menos independientes y expresivos que en los hogares no alcohólicos o con padres alcohólicos en recuperación. Además del riesgo hereditario para el alcoholismo posterior, un estudio encontró que 41% de estos niños tenían graves problemas de hacer frente con las cosas y adaptarse; los efectos de un padre alcohólico sobre los niños pueden ser de toda la vida. Un estudio encontró que los niños que se diagnosticaron con depresión principal entre las edades de seis y 12 años tenían mayor probabilidad de tener a padres o parientes alcohólicos que los niños que no estaban deprimidos. Los niños con trastorno bipolar fueron tres veces más probables de tener una madre dependiente del alcohol, y los niños que sufrían de la depresión más probables de tener un padre que fue alcohólico. Hay unos 20 millones de niños adultos de padres alcohólicos, quienes, un estudio sugerió, están en mayor riesgo para dejar un matrimonio y para los síntomas psiquiátricos. El estudio concluyó que los únicos sucesos con mayor repercusión psicológica en los niños son los abusos sexual y físico.
- Costos económicos. El alcoholismo y el abuso del alcohol le cuestan al país cerca de $135 mil millones de dólares cada año por los costos médicos y la productividad de trabajo perdida.
CONSECUENCIAS EN NIÑOS DE PADRES ALCOHOLICOS
Alrededor de 7 millones de niños americanos tienen padres alcohólicos. Los psiquiatras de niños y adolescentes saben que estos niños tienen un riesgo mayor para desarrollar problemas emocionales que los hijos(as) de padres que no son alcohólicos. El alcoholismo corre en familias, y los niños de padres alcohólicos tienen cuatro veces mayor probabilidad de ser alcoholicos que otros niños.
Un niño de este tipo de familia puede tener varios problemas:
- Sentimientos de culpa: El niño(a) puede sentirse que es el causante del uso de alcohol por parte de su padre o madre.
- Angustia o ansiedad: Puede sentirse continuamente preocupado por la situación del hogar. Puede temer que el padre (madre) alcohólico(a) se enferme, se lesione o surjan peleas o violencia entre sus padres.
- Verguenza: Los padres pueden dar el mensaje de que hay un secreto terrible en el hogar. Un niño(a) avergonzado(a) no invita a sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a alguien.
- Incapacidad para mantener relaciones interpersonales: Debido a su decepción por el alcoholismo de su padre (madre) muchas veces desconfía de los demás.
- Confusión: Muchas veces la conducta del padres (madre) Alcohólica cambia repentinamente de cariñoso a irritable, independientemente de la conducta del niño(a). La rutina familiar diaria, tan importante para organizar su vida, queda alterada al cambiar constantemente los horarios de sueño, comida y otras actividades.
- Enojo: El niño puede sentir enojo contra el padre (madre) bebedor y molestia con el progenitor no alcohólico por no prestarle apoyo y protección
- Depresión: El niño se siente solo y desesperado en su empeño por cambiar la situación.
Aunque el niño trata de mantener en secreto el alcoholismo de sus padres, los maestros, familiares y otros adultos se dan cuenta de que algo anda mal. Los psiquiatras de niños y adolescentes sugieren que la siguiente conducta en los niños puede ser indicativa de problemas de alcohol en el hogar: Pobre aprovechamiento académico, fuga del hogar o de la escuela. - Pocos o ningunos amigos, se aisla de sus compañeros de clases. - Conducta delincuente como robo, vandalismo, violencia. - Quejas físicas frecuentes, como dolor de estómago o cabeza. Abuso de droga o alcohol. - Agresión dirigida hacia otros niños.
Algunos niños de padres alcohólicos tienden a asumir el rol de "padres responsables" en la familia y entre los amigos. Tienden a manejar el alcoholismo de sus padres actuando de forma controlada, dedicándose a sus estudios con intensidad, alcanzando un aprovechamiento superior durante sus años escolares, mientras se aislan emocionalmente de sus padres y compañeros. Sus problemas emocionales saldrán a la luz cuando lleguen a la adultez.
Estos niños(as) se pueden beneficiar de ayuda de grupos como Al-Anon y Alateen. Ellos pueden asistir a sus sesiones aún cuando sus padres no estén recibiendo ayuda. La ayuda profesional temprana es muy importante para prevenir problemas mas serios incluyendo alcoholismo en los niños. El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudarles a resolver sus problemas y a entender que no son responsables por el abuso de alcohol de sus padres.
El programa de tratamiento puede incluir terapia de grupo con otros jóvenes. Esto reduce el aislamiento que se imponen por ser hijos de alcohólicos. El psiquiatra de niños y adolescentes trabajará con frecuencia con el grupo familiar sobre todo cuando el progenitor alcohólico deje de beber. Así se pueden fomentar relaciones más sanas entre los miembros de la familia.
Los costes del alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad progresiva que puede avanzar camuflada durante 10 ó 15 años. Es fácil de reconocer en estados avanzados, es bastante más difícil de ser detectada en estados intermedios. Muchos individuos llegan al trabajo la mañana después de la noche anterior. Para ponerse eufóricos tienen que tomar un trago antes de salir de casa, que solo dura hasta llegar al trabajo.
Toda la jornada está sufriendo con síntomas de abstinencia, sólo hace el trabajo de rutina y aún se camufla todo lo que puede. Tiene el espíritu lejos de su función y está en constante peligro de accidente. Le asaltan remordimientos, está nervioso y angustiado, listo para explotar en cualquier momento a la más pequeña contrariedad.
Causa malos entendidos con su actitud y mina la moral de sus compañeros.
Con bastante frecuencia el alcohólico se convierte en autolesionista para poder disfrutar del tiempo libre por baja de accidente.
El alcoholismo produce estragos en la industria muy difíciles de establecer en estadísticas, incluso si el problema es conocido.
He aquí algunos de los problemas:
- Baja de la productividad
- Destrozo o mal uso del material
- Deterioro de la calidad del producto fabricado
- Disminuye el ritmo de producción donde está colocado
- Gran cantidad de ausencias o tardanzas
Estos costes aumentan con el grado de competencia o autoridad del empleado.
Cuanto más se sube en capacidad intelectual y en la personalidad del individuo, más progresará la enfermedad, más se acercan los períodos de ebriedad y más se intensifican y ampliarán los problemas. Todo esto por camuflarlo y protegerlo.
Entre los síntomas que habitualmente se producen y pueden servir para realizar un diagnóstico social de alcoholismo destacan:
- Retraso frecuente de la llegada al trabajo.
- Ausencia frecuente los días después de fiesta o al menos lentitud, torpeza e irregularidad en el trabajo. •Desapariciones frecuentes del puesto sin justificación previa.
- Pequeño absentismo por enfermedades menores: catarros, gripes, o por pequeños accidentes ocurridos con periodicidad en el trabajo, fuera de él, en ruta.
- Cambio progresivo de actitud del sujeto considerado hasta entonces como buen trabajador, discusiones, críticas, pequeñas faltas de las que busca justificarse, pequeños accidentes de los que propone a otros o al material como responsable.
- Variaciones marcadas de humor, cóleras, pérdidas del interés por el trabajo.
SEÑALES DE PELIGRO
Un problema relacionado al alcohol se desarrolla rápido, especialmente en gente joven. Cualquiera de estas características es indicativo de un problema potencial.
Existe un problema si tú o alguien que conoces:
TOMA PARA SOPORTAR presiones de la escuela, la vida o escapar de los problemas.
MANEJA en estado de ebriedad.
TOMA MÁS Y MÁS para obtener él mismo niveles de ebriedad.
EXPERIMENTA FRECUENTE DEPRESIÓN, irritación y enojo sin tener una causa aparente.
TOMA SEGUIDO hasta el punto de intoxicación.
ES HERIDO como resultado de tomar alcohol.
NIEGA la posibilidad de tener un problema con la bebida.
TIENE PROBLEMAS FÍSICOS relacionados al alcohol como son la fatiga, cambio de peso, etc.
VA A CLASES o al trabajo estando ebrio.
TIENE PROBLEMAS con la ley como resultado de tomar alcohol.
EXPERIMENTA OLVIDOS o pérdida de memoria.
DEPENDE DEL ALCOHOL para aliviar el dolor, la tensión, etc.
Lo mejor que puedes hacer por ti es admitir que necesitas ayuda y buscarla lo más rápido posible.
Lo mejor que puedes hacer por un amigo es hablarle acerca del problema y conseguirle ayuda profesional.
Abusar del alcohol: cómo reconocer cuando beber representa un problema
¿Estoy bebiendo demasiado?
Sí si usted:
- Es una mujer que se toma más de siete bebidas* por semana o más de tres bebidas en cada ocasión.
- Es un hombre que se toma más de 14 bebidas* por semana o más de cuatro bebidas en cada ocasión.
- Mayor de 65 años y está tomando más de siete bebidas* por semana o más de tres bebidas en cada ocasión.
*--Una bebida = una botella de cerveza de 12 onzas ( 4,5 por ciento de alcohol), o una copa con 5 onzas de vino (12,9 por ciento de alcohol) o 1,5 onzas de licor de alcohol destilado de 80 grados.
¿Estoy bebiendo en cantidades grandes?
Sí si usted:
- Es una mujer que toma más de tres bebidas cada día o de 21 bebidas por semana.
- Es un hombre que toma más de cinco bebidas cada día o de 35 bebidas por semana.
¿Me estoy arriesgando con el alcohol?
Sí si usted:
- Bebe y conduce, opera maquinaria o mezcla el alcohol con medicamentos ya sea que se obtengan con prescripción médica o sin ella.
- No le dice a su cirujano, médico o farmacéutico que usted bebe con regularidad.
- Está embarazada o tratando de quedar embarazada y bebe (inclusive pequeñas cantidades de alcohol pueden ser nocivas para un niño que no ha nacido).
- Toma bebidas alcohólicas mientras está cuidando niños pequeños.
¿Mi ingestión de alcohol se habrá convertido en un hábito?
Sí si usted toma regularmente para:
- Relajarse, aliviar la ansiedad o para poder conciliar el sueño
- Sentirse más cómodo o cómoda cuando está en reuniones sociales
- Evitar pensar acerca de cosas tristes o desagradables
- Asociarse con otros bebedores habituales
¿El alcohol está controlando mi vida?
Sí si usted:
- Alguna vez se preocupa por tener suficiente alcohol para la noche o para el fin de semana
- Esconde alcohol o lo compra en distintos lugares para que la gente no sepa qué tanto usted está tomando.
- Alterna de un tipo de bebida a otro con la esperanza de que esto impida que tome demasiado o que se emborrache.
- Trata de obtener "tragos" adicionales en un evento social o de tomar bebidas a escondidas cuando los demás no le están mirando.
¿Beber alcohol se habrá convertido en un problema para mi?
Sí si usted:
- No puede parar de beber una vez que comienza
- Ha tratado de dejar de beber por una semana o algo parecido pero solo consigue dejar de hacerlo por unos pocos días.
- No cumple con lo que debe hacer en su trabajo o en la casa por causa de la bebida.
- Se siente culpable después de beber
- Se da cuenta de que otras personas comentan acerca de la forma como usted bebe.
- Se toma una bebida en la mañana para poder comenzar el día después de haber bebido fuertemente la noche anterior.
- No se puede acordar que pasó mientras estaba bebiendo
- Ha herido a otra persona por causa de su forma de beber
¿Qué puedo hacer con respecto a beber demasiado?
Trate de disminuir la cantidad a niveles de bebida que son seguros: menos de siete bebidas por semana y menos de tres bebidas por cada ocasión para las mujeres y las personas en estado de edad avanzada; y de 14 bebidas por semana y cuatro por cada ocasión para los hombres.
¿Cómo puedo obtener ayuda para un problema de alcohol?
Si siente que necesita ayuda para disminuir la cantidad puede entrar en contacto con:
- Su médico para que le dé consejo, tratamiento o para que lo remita con un especialista
- Grupos de apoyo personal (Ver "Otras Organizaciones")
- Centros para el tratamiento del abuso de substancias (ver "Otras Organizaciones"). Llame para pedir información acerca de programas de tratamiento locales y para hablar con alguien acerca de su problema con el alcohol.
ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES Y JÓVENES.
El Alcohol
El alcohol es una droga capaz de producir tolerancia y dependencia. El abuso de alcohol produce dependencia física y psíquica. No es este el espacio para extenderme en la descripción de los problemas relacionados con el alcohol, simplemente los describiré para luego extenderme en los que más afectan a los jóvenes.
· Síndrome de dependencia alcohólica.
· Cirrosis hepática.
· Cáncer.
· Enfermedades cardiovasculares
· Trastornos psíquicos y neurológicos.
· Accidentes de transito ,laborales y domésticos.
Otros: caídas, deporte, ahogamientos.
Suicidios. ( 25% ).
Violencia: Malos tratos, homicidios ( 50% )
Síndrome alcohólico fetal y efectos del alcohol sobre el feto.
¿Qué de especial tiene el alcohol con respecto a las otras drogas?
Podemos analizarlo desde una visión de los riesgos:
La rapidez con la que aparecen los efectos:
Físicos / Psicológicos
· Disminución del campo visual Sentimiento de invulnerabilidad
· Perturbación del sentido del equilibrio Subestimación del riesgo
· Perdida de precisión en movimientos Sensación de ligereza del vehículo
· Disminución de la resistencia física Sentimientos de impaciencia y agresividad
· Subida de la fatiga. Disminución de la capacidad de atención
· Obnubilación de la visión
En un primer momento tiene un efecto estimulante y desinhibidor, lo que facilita la comunicación y las relaciones interpersonales.
· La disponibilidad e incitación comercial a su consumo
· Valoración social en determinados ambientes
· Su valor funcional para comunicarse
· Su presencia en los estilos de vida y circunstancias personales y vitales: fiestas, vida social.
· Grado y rapidez con la que genera tolerancia y dependencia.
La problemática derivada del consumo de alcohol en los jóvenes es diferente a la del adulto. En los jóvenes, las consecuencias negativas derivadas del consumo de alcohol suelen referirse a alteraciones de las relaciones con la familia, compañeros y maestros, bajo rendimiento escolar, agresiones, violencias, alteraciones del orden público y conductas de alto riesgo, como conducir tras haber bebido, así como actividades sexuales de riesgo que conllevan embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
Los accidentes de vehículos a motor constituyen la primera causa de muerte entre los hombres de 1-34 años y entre las mujeres de 1-24 años.
Con independencia del grupo de edad, las tasas específicas son siempre más altas en hombres que en mujeres, registrándose en ambos casos un período de especial riesgo entre 15 y 24 años. Esta distribución, similar a la descrita en otros países, señala a los "veinteañeros", especialmente hombres, como el grupo de mayor riesgo de sufrir una lesión fatal por accidente de tráfico.
El consumo de alcohol puede ser el inicio de una secuencia de conductas adictivas. Secuencia que se inicia con las drogas legales y que puede terminar con las ilegales. Cualquiera de estas sustancias, alcohol, tabaco, marihuana, cocaína, puede funcionar como puerta de entrada al uso secuencial de otras.
CAUSAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL EN LOS JOVENES
La mayoría de los jóvenes toman bebidas alcohólicas:
- Para sentirse bien y divertirse.
- Para descansar y olvidar el estrés.
- Para escapar.
- Porque les gusta el sabor de las bebidas alcohólicas.
- Para estar más a gusto en reuniones.
- Para ser parte del grupo.
- Para emborracharse.
¿Que Hacer?
La respuesta es compleja y debe ser global teniendo en cuenta todos los factores que hemos mencionado anteriormente.
Algunas líneas pueden ir por:
· Retrasar la edad de inicio
· Educación para la Salud dirigido a las habilidades sociales.
· Educación para la gestión de los riesgos.
· Educación en valores.
· Búsqueda de alternativas para divertirse el fin de semana.
· Romper la relación entre alcohol y diversión
· Enriquecer su vida cotidiana.
· Dirigirse más a los adultos cercanos a los adolescentes.
Los padres y madres:
· Mejorar la calidad de la comunicación con sus hijos.
· Desmentir la asociación de la bebida con la diversión y la amistad.
· No consumir bebidas alcohólicas y otras drogas .
· Informar de los efectos del alcohol y del alcoholismo.
· Ayudarles a crecer en un mundo de drogas, sin que estas les destruyan como personas
La adolescencia es una época de la vida que marca la transición entre la infancia y el estado adulto. Por lo general, se considera que comienza alrededor de los 12 o 13 años y finaliza hacia los 19 o 20 años. Durante este periodo, se producen grandes cambios y el adolescente verá como se desarrollan en él aspectos como el físico, el intelectual, el social, etc.
La adolescencia es el momento de nuestras vidas en que realmente comenzamos a aprender sobre el mundo que nos rodea y a encontrar nuestro lugar en él. Este aprendizaje implica el intentar nuevas experiencias, algunas de las cuales pueden resultar arriesgadas o incluso peligrosas.
Los jóvenes a esta edad anhelan la excitación en una forma que la mayoría de los adultos encuentran difícil de comprender, sobre todo las actividades excitantes que pueden resultar peligrosas. Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes buscan estas sensaciones en la música, el deporte u otras actividades que precisan de gran cantidad de energía pero que conllevan un escaso riesgo físico real.
ALCOHOLISMO EN LA ADOLESCENCIA
Consideraciones Generales. Por que beben lo adolescentes?
En el ámbito global, es importante tener en cuenta que ha habido un cambio considerable en las costumbres sociales que favorecen de alguna manera el consumo de alcohol. Por un lado, se tiende hacia las Macrosociedades, donde cada vez se da más una pérdida de valores, y por otro los/as adolescentes tienen hoy una mayor independencia económica en líneas generales, que les permite entrar de lleno en la Sociedad de consumo.
En definitiva, podríamos decir que tanto el alcohol como otras drogas, están en nuestra Sociedad porque cumplen determinadas funciones, entre las que están, la de servir de elemento de integración para unos/as jóvenes y de evasión para otros/as.
Esta situación se da debido a una serie de variables, como crisis de valores, violencia intrafamiliar, además de una serie de cambios que vive el adolescente como crisis de identidad, conformación de grupos, cuestionamiento de la autoridad, desarraigo de los padres y búsqueda de ideales, entre otros, los cuales conducen al adolescente a actuar inadecuadamente, apropiándose de modelos que lo perjudican, por lo cual, se presentan altibajos por el estado de confusión que viven, conduciéndolos al alcohol, como medio de evasión de sus problemas, pensando que con este se encuentra la solución, sin darse cuenta que se esta convirtiendo en un adicto.
Según la O.M.S. cada año crece el numero de adolescentes que consumen bebidas alcohólicas en el mundo entero.
Para los adolescentes el alcohol es como un quitapenas que permitirían esquivar los limites que la realidad impone y acceder a un mundo que ofrecería mejores condiciones y sensaciones.
A partir de aquí podríamos constatar que la mayoría de los/as adolescentes no solo beben por placer, sino, por otras múltiples razones que se podrían agrupar en dos procesos:
1. La búsqueda de efectos agradables. El encontrarse a gusto, búsqueda de una mayor capacidad de relación, etc.
2. Elementos de presión social, el bombardeo de la publicidad y la oferta, etc.
Para cada uno de estos procesos existen una serie de factores que podríamos diferenciar en:
* De tipo Social
-
La dificultad de asumir algunas realidades cotidianas.- La adolescencia es un momento particularmente vulnerable en la vida de una persona, por ser el momento de “transición” entre la perdida de los padres como educadores principales y la búsqueda o el encuentro de otras nuevas figuras, deseos y sensaciones. A todo esto se suma enfrentamiento con un mundo que cada vez se les va haciendo mas complejo.
El papel que hace del alcohol compañía habitual en las relaciones sociales. Las evidencias sugieren que el hecho de que los compañeros de un adolescente consuman alcohol es un sólido indicador de que él o ella beberá alcohol
La publicidad, dirigida de una manera especialmente agresiva a los jóvenes.-
* De tipo Familiar
Los adolescentes beben menos y tienen menos problemas relacionados con el alcohol cuando los padres aplican una disciplina uniforme y expresan sus expectativas claramente Los hijos de padres alcohólicos tienen más probabilidades de empezar a tomar durante su adolescencia y a desarrollar desórdenes de uso de alcohol.·
Las investigaciones más recientes sugieren que hay menos probabilidades de que los niños beban alcohol si los padres forman parte de sus vidas y participan en sus actividades y cuando tanto los niños como los padres indican que tienen una relación estrecha. Los jóvenes cuyas familias tienen ya un historial de abuso de alcohol, están en "mayor riesgo" que otros para desarrollar problemas relacionados con el alcohol puesto que al ver a sus padres y/o demás familiares, se acostumbran y creen que el consumir bebidas embriagantes es un buen habito característico de los adultos.
· * De tipo Grupal
* De tipo Individual
- Problemas de socialización.
-
Dependencia afectiva.
-
Problemas de personalidad.
-
Iniciación sexual: es posible que en nuestra cultura actual el alcohol juega algún papel en este sentido para los adolescentes en tanto “se es grande” por estar “tomando alcohol” o por estar borracho. Por otra parte el alcohol “suelta la lengua” y “da ánimos” para “encarar” el juego de seducción inicial.
Otras veces se acude al alcohol por curiosidad, por el afán de experimentar, de conocer aquello de lo que se habla y que tan peligroso parece. También para facilitar el contacto y la comunicación en las relaciones sexuales, pero por el contrario, esto no solo no lo facilita, sino que lo dificulta y aporta efectos contrarios a los buscados. Otra de las formas de acercarse al alcohol por parte de los adolescentes es para participar de la sociedad de los adultos, cuyas actitudes se toman como referencia en numerosas situaciones cotidianas.
Los adolescentes beben alcohol para tener una excusa para involucrarse en conductas no aceptadas socialmente y poder “echarle la culpa al alcohol”, así por ejemplo, si alguno hace algo que pueda ser percibido como infantil, agresivo o peligroso y que pudiera tener una respuesta negativa de sus compañeros, tiene “un pretexto”, algo a que atribuir la conducta inaceptable. En estos casos, el alcohol es usado como una carta abierta para hacer lo que a uno le plazca.
Generalmente, el adolescente tiene dificultades en saber cual es su límite, y pocas veces tiene conciencia de cuando tiene que parar de beber. Con el tiempo, la forma de beber de los adolescentes ha cambiado considerablemente. Los jóvenes consumen alcohol intermitentemente y sin apenas diferencia en los sexos, la mujer ha alcanzado al varón. Se bebe mas los fines de semana y las bebidas preferidas por los adolescentes son la cerveza, las bebidas destiladas y los combinados. Se busca una rápida intoxicación y se ocupa casi la totalidad del tiempo libre en beber.
Incluso el alcohol está presente en otro tipo de actividades que podrían ser susceptibles de ser en cierto modo alternativas al consumo, como por ejemplo en excursiones y acampadas, celebraciones deportivas, etc. El consumo se da en todas las capas de la sociedad.
El alcohol es una droga socialmente aceptada, como ya hemos dicho en otros puntos, y esta droga daría, desde la consideración de los jóvenes, la fuerza y el valor necesarios para los primeras encuentros sexuales tan deseados y tan temidos.
Entonces, se arman de un escenario: la discoteca, el monte o en cualquier parque o lugar donde hacer el denominado “botellón”, en el cual beber para así poder, a través de este acto, estar en un estado de embriaguez o borrachera, sentirse grandes y pensar que están haciendo cosas de personas adultas.
Las bebidas alcohólicas en los jóvenes resulta un problema mas grave que en el caso de las personas de mas edad; se trata de problemas nuevos que van de mal en peor; y dado que los jóvenes representan el futuro y que las pautas de comportamiento se establecen en las primeras etapas de la vida, hay que tomar medidas. De lo contrario, esos problemas contribuirán a un deterioro general de las normas de comportamiento entre los adultos del mañana.
Una solución para quienes no quieran caer en el habito de la " bebida ", es el saber rechazar y convencerse de que esto en vez de traer beneficios trae muchos riesgos a corto, mediano y largo plazo. Para los que definitivamente, no pueden evitarlo deben concientizarse para reducir los riesgos de accidentes, violencia y delitos que ocurren en estado de embriaguez.
Según la institución Alcohólicos Anónimos existen algunas señales que indican abuso de bebidas alcohólicas en los jóvenes:
* Físicas: fatiga constante, ojos enrojecidos, y malestar general.
* Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, comportamiento irresponsable, baja autoestima y depresión.
* Familia: desobediencia de reglas, mal comportamiento y falta de comunicación con esta.
* Instituciones educativas: bajo rendimiento académico y problemas de disciplina.
* Problemas sociales: amigos nuevos, a quienes no les interesan las actividades normales de la casa y las instituciones educativas, problemas con la ley cambio hacia estilos poco convencionales en el vestir, música, etc.
El problema de que los jóvenes consuman alcohol no radica en que algunas veces lo hagan; sino que esto se vuelva un acto repetitivo hasta el punto de depender de él para todo y no poderlo después manejar. Y también que lo hagan cuando realmente deba ser, sin adelantarse al momento.
los jóvenes aún no se han conscientizado de los riesgos que trae el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, ellos piensan que esto es algo normal y no una enfermedad que se puede presentar en el transcurso de la vida lo cual acarrea funestas consecuencias. Además el consumo constante de licor hace parte de la cultura de nuestro país, por lo que los menores de edad tienen fácil acceso a él y beben incluso bajo el consentimiento de sus padres.
Sin embargo no se puede generalizar en cuanto a que todos los jóvenes presenten o puedan presentar tendencia al alcoholismo, no importa ni raza, ni sexo, ni edad; este es un problema que aqueja a cualquier persona pero está en cada cual asumir una actitud responsable hacia la bebida.
2.-EFECTOS DEL ALCOHOLISMO EN EL ADOLESCENTE
La mayoría de los adolescentes han consumido alcohol por lo menos una vez en su vida y, quizá, haya tomado demás en alguna ocasión.
Esto puede ser normal, pues el que un adolescente tome bebidas alcohólicas son caracteres típicos de su edad, al igual que lo son los conflictos generacionales, la confrontación de ideas y actitudes y todo lo típico de esa edad.
Pero cuando el joven lo hace con frecuencia y sin medida, y su vida se ve afecta en términos de su desempeño y calidad, entonces el muchacho ya es un alcoholico.
Las características de un alcohólico adolescente, además de todas las comunes a todas las personas, son:
Repetidamente se levanta y llega tarde al colegio, a clase, a algún entrenamiento, etcétera.
Falta a clase o se escapa del salón con frecuencia.
Su rendimiento académico se deteriora.
Presenta problemas de retención y de juicio
Inicia pleitos frecuentes con sus amigos y discute constantemente.
Descuida su apariencia, muestra desaliño inusual.
Es hostil con los que le rodean.
Se aísla de la familia, tiene cambios bruscos de humor.
Se ve involucrado en peleas, robos.
Cambia muy seguido de amigos.
Tiene dificultad para conciliar el sueño.
Presenta nerviosismo, irritabilidad. Se irrita de manera descontrolada por situaciones relativamente sencillas.
Constante manipulación.
Llega a casa con aliento alcohólico o masticando chicle o pastillas de menta.
Constantemente encuentra excusas para quedarse en casa de algún amigo.
Persiste en sentirse deprimido.
No encuentra gusto en las diversiones y actividades propias de su edad.
Baja de peso considerablemente.
Falta de apetito, no le encuentra sabor a los alimentos o come en exceso, especialmente alimentos dulces.
Presenta problemas de falta de concentración.
Desorientación en el tiempo, espacio o en relación a las personas.
Deterioro general de su estado físico.
Irregularidades en la menstruación.
Tos crónica, fatiga, falta de vitalidad.
Desinterés o apatía por lo que antes le entusiasmaba, como practicar algún deporte.
Protege exageradamente su habitación y sus cosas personales o parece esconderse.
Se niega constantemente a decir con quién va o a dónde va.
Utiliza lentes de sol inadecuadamente, se cubre demasiado aun cuando el clima sea caluroso.
Continuamente solicita dinero, su mensualidad repentinamente empieza a ser insuficiente sin que existan mayores gastos.
Su lenguaje incluye el uso de la jerga relacionada con las drogas.
Entre sus pertenencias se encuentran objetos relacionados con el uso de droga como pipas, varas de incienso, papeles para cigarros.
Desaparición de botellas de alcohol o disminución del contenido en las mismas.
Incidencia de accidentes y daño a su persona.
La lista podría ser interminable, por lo que es recomendable que los padres estén alerta y agreguen mucho sentido común y suspicacia para saber detectar un comportamiento anormal de una rebeldía juvenil.
Los adolescentes que comienzan a beber a temprana edad corren un grave riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, sufrir accidentes, depresiones y suicidios.
Yo aguanto mucho, a mí no me pasa nada, Qué ¿le sacas o tienes miedo?, si no te lo tomas no te aceptamos en el grupo...
El consumo de bebidas alcohólicas por adolescentes y casi niños o niñas, ha aumentado considerablemente y esto se refleja en las estadísticas, que nos revelan que los accidentes son las primera causa de muerte en jóvenes entre los 10 y los 19 años de edad.
Entre las muertes accidentales están las que se producen en la vía pública, al manejar o transitar bajo los efectos del alcohol. Pero también ocasiona otro tipo de accidentes mortales, como las intoxicaciones por alcohol, los ahogamientos, el suicidio, la muerte por violencia o por quemaduras, entre otros.
Y es que además de las características de esta etapa de la vida en las que predominan la rebeldía, los retos, el gusto por acudir a los antros y a fiestas, la confusión en el proceso de desarrollo físico, de identificación personal, de adaptación a la familia, a la escuela y a la sociedad y otras, una de “las pruebas” que los jóvenes sienten que deben pasar ” para demostrar que ya son “grandecitos” es la ingerir bebidas alcohólicas.
El problema es que además de que no comprenden el riesgo que esto significa para su vida, su salud y su integridad física y emocional, ya que pueden llegar a perder la vida y hasta la libertad, tampoco comprenden que el alcohol, no los va a hacer mejores, ni les va a solucionar ningún problema, al contrario les va a generar otros muchos más y aquellos que los retan a que lo consuman, no son sus verdaderos amigos, ya que cuando estén en problemas o enfermos, ellos no van a tomar su lugar para evitar lo que se puede pasar o sufrir.
Otro problema es que generalmente los adictos jóvenes al alcohol, también desarrollan adicción por otras drogas.
Así, para evitar que un joven se convierta en un alcohólico:
- Debe informarse bien sobre sus efectos y consecuencias en el consumo.
- Debe evitar tomar en grupos de “amigos”, por cualquier motivo.
- Debe valorar su condición individual y en cuanto sienta los primeros síntomas como mareo, dejar de tomar.
- Debe estar en comunicación con sus padres y estos no deben promover que sus hijos aprendan a tomar.
Pero en caso de que los jóvenes presenten los siguientes signos, es conveniente solicitar ayuda profesional para controlar a tiempo el problema:
- Cuando han perdido interés en sus actividades y aficiones normales.
- Cuando quieran aislarse, alejarse de la familia y estar solos todo el tiempo.
- Cuando estén irritables y manifiesten mucha ansiedad.
- Cuando sin motivo disminuyan sus calificaciones escolares.
- Cuando tomen dinero de los padres o las botellas de alcohol desaparezcan de la despensa.
- Cuando lleguen tarde durante varias veces y con aliento u olor a alcohol.
- Cuando descuiden su higiene y presentación personal.
- Cuando comenten y presuman por su aguante al tomar bebidas alcohólicas.
EL ALCOHOL EN LOS ADOLESCENTES
Bueno, ¿qué hacemos esta noche?.
Normalmente cuando los jóvenes hacen esa pregunta un viernes o un sábado, incluso un jueves, el 50% de la respuesta, al menos en la mayoría de los jóvenes está ya contestada:
a) Ir a tomar unas copas si la economía lo permite
b) Si se está escaso de dinero, un botellón es la segunda opción.
El otro 50% de la pregunta, se refiere al sitio, discoteca, pub o cualquier espacio allá donde puedan reunirse con los suyos, charlar, beber, reír, beber, divertirse, beber, conocerse, beber, reírse más, beber más, hablar menos, beber más, bailar más, beber más...
La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores. La edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares, según los datos de la encuesta sobre drogas a la población escolar 1998 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas), es de 13.6 años, y la edad media de inicio de consumo semanal se sitúa en los 14.9 años, según esta fuente las chicas registran mayor prevalencia de consumo de alcohol, aunque en cantidades menores.
El 84.2% de los escolares ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 43.9% consume al menos una vez a la semana. En cuanto a los episodios de embriaguez el 41% de los escolares se han emborrachado en alguna ocasión y el 23.6% en el último mes.
Un 80% de las muertes registradas entre adolescentes se deben a causas violentas y dentro de ellas las relacionadas con drogas o alcohol representan el 50%, existiendo un mayor porcentaje de suicidios en los adictos a estas sustancias.
Además, se consideran los factores familiares de gran importancia en el inicio y curso clínico de la adicción al alcohol y otras drogas, ya que hasta un tercio de los niños tienen su primera oferta de consumo de bebida alcohólica dentro del ambiente familiar, por lo que la implicación de la familia tiene gran importancia en todo programa terapéutico.
Pero, ¿por qué beben los adolescentes?. Existen diversas razones que se resumen en los siguientes puntos:
• Es un modo de "ponerse alegre", "alcanzar el punto".
• Forma de búsqueda de afiliación, con imitación de conductas, con consumo que a veces se impone desde el propio grupo de amigos en el que se participa.
• Presión social, a veces producida desde la publicidad.
• Desinhibición, superación de la vergüenza.
• El consumo actuaría como un modelo de imitación y expresividad de la edad adulta.
Además, debemos añadir que la adolescencia es un periodo especialmente vulnerable para el consumo excesivo de alcohol, ya que aumenta la independencia de los padres y se imitan actitudes y comportamientos de los adultos. El adolescente también tiende a intentar “romper las reglas” establecidas e ir en contra de los padres, y a veces lo hace usando alcohol de forma excesiva y peligrosa.
Debido a que el inicio del uso del alcohol es tan temprano, los programas de prevención deben empezarse en el colegio, en los cursos de primaria.
Se ha comprobado que cuanto menos peligrosa crea el adolescente que es una bebida o una droga, más pronto se iniciará su uso. Por ello es importante que los niños conozcan los peligros del alcohol a cualquier edad, y evitar decir cosas como “tu aún eres pequeño para beber”, o “cuando seas mayor podrás beber”.
Hay que recordar que la cerveza, la sidra, el vino y los licores todos tienen alcohol, y sólo se diferencian en la concentración, y que si se mezcla el ron o whisky con refrescos no se reduce la cantidad de alcohol, es decir, que si cuatro chicos se beben 1 litro de ron mezclado con 2 litros de cola en 2 horas, se beben ¼ de litro de ron cada uno.
También es importante que la sociedad no idealice el abuso de alcohol y que no sea aceptado ni tolerado como a veces sucede en la TV o en canciones, que tienen mucha influencia en los jóvenes. Tampoco hay que extender la idea falsa de que “todos los chicos lo hacen”. La tarea educativa de prevención se debe hacer desde la familia y el colegio, pero también desde la sociedad en general y los medios de comunicación.
Pero, ¿Que?, ¿Cuánto? y ¿Cómo consumen nuestros adolescentes?:
• Los períodos de bebida se suelen concentrar durante el fin de semana o en períodos festivos, lo que ello conlleva a alteraciones del orden público o a accidentes de tráfico.
• Suelen beber cerveza entre semana y bebidas de alta graduación (combinados) durante los fines de semana. Estas últimas son las preferidas de los jóvenes.
• Consumen alcohol fuera de casa y en espacios donde se producen las relaciones sociales entre los jóvenes.
• Por último, sus creencias predominantes sobre el alcohol siguen destacando sus “efectos positivos”, los cuales hemos visto anteriormente, dejando los aspectos negativos “para los demás” y pensando “eso no me pasará a mí”.
Una vez analizadas las causas de por qué consumen alcohol los jóvenes y el modo en que lo hacen, conviene recordar qué efectos tiene el alcohol sobre ellos:
• El alcohol produce múltiples problemas físicos y psicológicos aunque se tome “sólo los fines de semana”.
• Como tiene efecto directo sobre el cerebro reduce la concentración y los reflejos, afectando el rendimiento escolar del adolescente.
• También produce síntomas físicos ya que afecta al hígado y al estómago, aumenta el riesgo de muerte o invalidez por accidente de tráfico, y aumenta el riesgo de contactos sexuales precoces y así los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
• Además, si el alcohol se usa como forma de disminuir la ansiedad social, el adolescente se acostumbra a manejar su ansiedad y sus problemas utilizando alcohol, y no aprende a resolverlos por sí mismo.
• Por ello el alcohol detiene o retrasa el desarrollo psicológico normal del adolescente.
El alcohol es una sustancia con un efecto sobre el cerebro que produce una respuesta en los circuitos del placer afectando los neurotransmisores. Actúa de forma parecida a como lo hacen los tranquilizantes (como el valium® y otras pastillas para dormir), pero con un efecto más rápido. El uso repetido intermitente, y la búsqueda del efecto placentero producen cambios en el cerebro que perpetúan el uso y pueden desembocar en el abuso y la dependencia.
A continuación, conviene definir qué se entiende por abuso de alcohol: un uso repetido del mismo que produce consecuencias negativas. Para que se considere abuso se debe presentar al menos una de las siguientes consecuencias:
• a nivel escolar, académico o laboral (no poder rendir al nivel normal en el colegio o el trabajo por haber usado alcohol)
• a nivel físico (uso de alcohol cuando es peligroso, como conducir un vehículo o usar maquinaria peligrosa)
• a nivel legal
• a nivel social o interpersonal (irritabilidad con los padres, peleas con amigos, pérdida de relaciones sociales, etc).
Los adolescentes pueden tener problemas serios con el alcohol aunque no desarrollen “dependencia” al alcohol (la dependencia al alcohol es lo que se conoce como alcoholismo, pero el abuso también crea problemas).
Los adolescentes con alto riesgo de desarrollar abuso de alcohol incluyen aquellos con historia familiar de abuso de alcohol, adolescentes con depresión, o con autoestima baja, o aquellos que no se sienten aceptados en su grupo. Las drogas de las que los adolescentes abusan con más frecuencia son legales como el alcohol o el tabaco, o ilegales como la marihuana.
Pero, ¿Cómo se pueden reconocer los síntomas del abuso de alcohol en los adolescentes?.
Los padres deben saber que el alcohol produce unos síntomas durante la intoxicación y otros durante el periodo de abstinencia. Las señales principales del abuso de alcohol en adolescentes son:
• Físicas: fatiga, múltiples quejas sobre la salud física, ojos enrojecidos y con un brillo característico, vómitos.
• Emocionales: cambios en la personalidad, cambios bruscos de humor, irritabilidad, comportamientos irresponsables y arriesgados, baja autoestima, tristeza o depresión, desinterés general en actividades que antes les gustaban.
• Familiares: riñas más frecuentes, desobediencia de las normas, mentiras repetidas, estar retraido o no comunicarse con la familia, secretos excesivos (respecto a amigos, sitios donde van, no poder entrar en su habitación, etc).
• Escolares: disminución del interés por el colegio, actitud negativa, no ocuparse de hacer los deberes, disminución de las calificaciones, ausencias dl colegio, problemas de disciplina.
• Sociales: amigos nuevos a los que no les interesan las actividades normales de la familia y el colegio, problemas con la ley, cambio hacia un estilo poco convencional de vestir o de gustos musicales, tatuajes o piercings excesivos.
Algunas de estas señales de aviso pueden indicar otros problemas.
Los padres deben reconocer que existe un cambio en el comportamiento, humor, relaciones, rendimiento escolar, y hábitos de su hijo o hija. Se debe hablar con sinceridad y claridad con los hijos sobre nuestra preocupación sobre su posible uso de alcohol. No nos debe tranquilizar una respuesta negativa si no se encuentra una causa al cambio de comportamiento.
Una respuesta airada o frases como “no confiáis en mí”, “me estáis espiando”, ante nuestras preguntas indican un excesivo recelo del adolescente y deben inducir sospechas. Una vez que se sospecha abuso de alcohol, debe realizarse una visita al médico de cabecera, que realizará una evaluación. Existen también sistemas para la detección de alcohol en el aliento que se pueden tener en casa para hacerse por sorpresa. Si se confirma el abuso de alcohol deberán acudir a un especialista.
El tratamiento del abuso de alcohol en adolescentes necesita de un equipo especializado. Lo primero es que se consiga la abstinencia completa del uso de alcohol y otras drogas como cannabis, en su caso.
Si esto no se consigue pronto debe acudirse a un equipo específico de especialistas en abuso de sustancias (tipo Proyecto Hombre), donde además de psicoterapia individual y de grupo para el adolescente, se da apoyo e indicaciones concretas a los padres. También pueden usarse medicinas para reducir el uso de alcohol. Además deben tratarse los problemas psiquiátricos asociados al abuso de alcohol, con una combinación de medicación, manejo conductual, y apoyo a los padres.
Para prevenir el abuso de alcohol en los adolescentes hay que conocer los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que se presente éste problema., aunque el abuso de alcohol está extendido por todos los estratos socioeconómicos y culturales, y no se limita a un tipo de familias concreto.
Factores de Riesgo en la familia
a) Ambientes familiares caóticos o con abuso de alcohol o drogas en los padres, o padres con un trastorno psiquiátrico
b) Problemas serios en la educación de los hijos por los padres en niños con temperamentos difíciles o problemas de conducta
c) Falta de vínculo afectivo entre hijos y padres, y falta de cariño
Factores de riesgo en el colegio
a) Comportamiento excesivamente tímido o agresivo del niño en clase
b) Fracaso escolar
c) Incapacidad para manejar situaciones adversas (no saber decir no)
d) Amistades con otros chicos con problemas de conducta o legales
e) Consentimiento implícito o tolerancia al uso de alcohol en el colegio, los amigos, o la comunidad
f) Disponibilidad y tolerancia al uso de alcohol en el barrio, y la creencia de que el uso de alcohol es inofensivo aumentan el número de jóvenes que empiezan a usarlo.
Factores Protectores
a) Lazos fuertes con la familia
b) Los padres que están al tanto de las actividades, aficiones y amistades de sus hijos, y que forman parte de la vida de sus hijos previenen el uso de alcohol por sus hijos.
c) Éxito académico en los adolescentes
d) Participación y lazos con instituciones sociales como las familias, el colegio, y organizaciones religiosas
Alcohol en el embarazo
Todo lo que una embarazada coma y beba afecta a su bebé. Si bebe alcohol, esto puede dañar el crecimiento de su bebé, pudiendo desarollar problemas emocionales y físicos que quizás lo acompañen por el resto de su vida. Los niños que nacen con problemas muy serios causados por el alcohol tienen síndrome fetal alcohólico (SFA), el cual puede causar una inmensa cantidad de serias consecuencias.
Ellos estarán en riesgo de:
· Nacer más pequeños.
· Tener problemas al comer o al dormir.
· Tener problemas para oír o ver.
· Tener problemas al seguir instrucciones y al aprender a hacer cosas simples.
· Tener problemas al prestar atención y al aprender en la escuela.
· Necesitar maestras y escuelas especiales.
· Tener problemas al relacionarse con otras personas y en controlar su comportamiento.
Puede ser difícil dejar de beber. Si éste es su caso, puede necesitar ayuda. Hable honestamente con su médico acerca de sus hábitos de bebida.
El alcohol, principal causa de defectos congénitos en el embarazo
Si bien los expertos recomiendan no consumir ni una gota de alcohol durante la gestación, e incluso desde antes de buscar el embarazo, aún el 25% de las mujeres sigue bebiendo cuando se entera que está esperando un bebé.
La razón es que el alcohol pueden producir complicaciones físicas, psíquicas, conductuales, alteraciones en el aprendizaje y posibles secuelas a lo largo de la vida que son absolutamnete prevenibles si las embarazadas hicieran el esfuerzo de dejar las copas de lado durante algunos meses.
Entre los defectos que puede ocasionar se encuentran las malformaciones faciales tales como aperturas oculares pequeñas y labio leporino o paladar hendido. También puede presentar un tamaño pequeño para su edad gestacional, problemas de succión o alteraciones en otros órganos.
En cuanto al desarrollo puede verse afectado por una mala coordinación, conducta hiperactiva o discapacidades del aprendizaje como retardo en el habla y en el lenguaje.
Además, el alcohol es una de las causas más frecuentes de retraso mental en los pequeños. Puede estar relacionado con un bajo cociente intelectual, deficiente capacidad de razonamiento y dificultades para dormir
Es lógico que ante semejante panorama los entendidos recomienden abstenerse por completo del consumo de alcohol durante el embarazo. Hay quienes defienden un consumo moderado, mientras que otros lo desaconsejan tajantemente pues no existe una medida “inofensiva”.
Por si acaso, es preferible hacer un pequeño esfuerzo y prevenir cualquier posible problema.
Alcohol
Cuando una mujer embarazada bebe alcohol, llega rápidamente al feto. La sangre del bebé tiene la misma cantidad de alcohol que la sangre de la mujer. En un adulto, el hígado descompone el alcohol. Pero el hígado de un bebé todavía no es capaz de hacerlo. Por lo tanto, el alcohol es mucho más nocivo para un feto que para un adulto. Cuanto más bebe una mujer embarazada, mayor es el peligro para su bebé.
¿Tiene usted problema con la debida?
¿Usa o abusa del alcohol? A veces no es fácil notar la diferencia. Si no está segura, hágase las siguientes preguntas:
T ¿Cuántos tragos necesita para sentirse animada? (TOLERANCIA)
A ¿Se ha sentido IRRITADA por otras personas criticando su forma de beber?
C ¿Le parece que debería DISMINUIR su forma de beber?
E ¿Alguna vez ha bebido a primera hora de la mañana para tranquilizarse o sacarse una resaca? (REVELACIÓN)
2 puntos si su respuesta a la primera pregunta es más de dos tragos.
1 punto por cada “si” a las otras preguntas.
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Si su puntaje total es 2 o más, usted puede tener un problema con el alcohol. Hable con su médico acerca de sus hábitos de bebida. él o ella puede ayudarla a decidir si usted tiene un problema.
El doctor la referirá para recibir orientación o tratamiento si es necesario. También podría pensar en ponerse en contacto con un programa de abuso de sustancias. Estos grupos pueden ayudarla a encontrar alguien con quién hablar acerca de su problema y brindarle soporte cuando trate de dejar de beber. Consulte con sus páginas amarillas locales.
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No se sabe cuánta cantidad de alcohol hace falta para dañar al feto. Una cerveza, una medida de licor, un cóctel o un vaso de vino contienen aproximadamente la misma cantidad de alcohol.
Todas las bebidas representan un riesgo. Lo mejor es no beber nada de alcohol durante el embarazo.
Beber en cualquier momento del embarazo puede causar problemas. El alcohol aumenta la posibilidad de tener un aborto espontáneo o un bebé prematuro. El abuso de alcohol durante el embarazo es la causa más frecuente del retardo mental.
Beber mucho durante el embarazo puede causar el síndrome de alcoholismo fetal. Este es el patrón de serios problemas físicos, mentales y de conducta en bebés que fueron expuestos al alcohol durante el embarazo. Fumar, usar drogas y mala alimentación también juegan un papel en la severidad en que un bebé es afectado por el síndrome de alcoholismo fetal.
El SFA es fácilmente prevenible. Sólo hay que evitar la ingesta de bebidas alcohólicas durante el embarazo.
Síndrome alcohólico fetal (SAF)
No se conoce si hay una cantidad mínima de alcohol que se pueda consumir durante el embarazo para que no tenga efectos negativos sobre el feto, tampoco hay un periodo del embarazo en el que se pueda beber alcohol sin que sea perjudicial, por eso, es muy recomendable evitar las bebidas con alcohol durante el embarazo y también si estás buscando quedarte en estado, pues puedes estar embarazada y no saberlo durante unas semanas, en las que el futuro bebé estaría también ingiriendo alcohol.
Los fetos que han estado expuestos al alcohol durante el periodo prenatal, pueden sufrir el Síndrome alcohólico fetal (SAF). Afirman que las lesiones producidas por el alcohol son mucho más graves que las de algunas drogas.
El SAF se caracteriza por unos rasgos faciales anormales, retraso del crecimiento, problemas del sistema nervioso central, alteraciones craneofaciales y articulares, discapacidades físicas, problemas de atención y de aprendizaje, incluso puede provocar la muerte del feto. El niño que ha estado expuesto al alcohol, padece lesiones irreversibles físicas y mentales para el resto de su vida.
Cada mujer metaboliza el alcohol de diferente manera y varía según la edad, si se consume con la comida o en ayunas, etc. Algunos investigadores consideran que un vaso de vino no tiene riesgos para el feto, pero otros afirman que lo mejor es no probar ni gota durante la gestación, pues el consumo esporádico de bebidas alcohólicas puede producir ARND, formas incompletas del SAF, es decir, sufren algunos síntomas clínicos del síndrome alcohólico fetal pero no todos.
Las lesiones que provoca el alcohol al feto son más graves cuando el consumo se realiza en el primer trimestre del embarazo, pues es cuando se está formando el sistema nervioso, por eso recomiendan que desde antes de quedar embarazada, se tengan hábitos saludables en la alimentación. Aunque también en la segunda mitad del embarazo se producen muchos mecanismos neurológicos más sofisticados, así que se desmienten algunas creencias de que en los últimos meses de embarazo el peligro para el feto es menor. El alcohol pasa muy fácilmente la barrera placentaria y aunque para la mamá es fácil eliminarlo, para el bebé no lo es.
El Síndrome alcohólico fetal es prevenible, sólo hay que prescindir del alcohol desde el momento en que deseas quedarte embarazada. Y si lo estás y has ingerido este tipo de bebidas, cuanto antes las abandones mejor, aún así, no dejes de comunicárselo a tu médico. Pero no sólo las madres tienen que prevenir el SAF, el papá también desempeña un importante papel a la hora de ayudar a la futura mamá a que se abstenga a beber alcohol, y si es necesario, evitar eventos o situaciones sociales que inviten a ello.
¿Cómo se puede reducir el consumo de alcohol?
Hay muchas maneras de ayudarse a dejar de beber. Una persona que bebe demasiado puede sentir que le es imposible reducir su consumo de alcohol. Si el hábito de beber ha sido demasiado intenso y prolongado, puede ser difícil reducir el consumo, en parte porque siempre es difícil cambiar los hábitos.
La persona puede incluso no estar convencida de si desea o no dejar de beber. Por ello puede ser útil reducir el consumo de riesgo a niveles de consumo más seguros como fase previa a alcanzar la abstinencia total que debe ser la meta a alcanzar cuando exista una adicción al alcohol.
Cómo reducir el consumo de alcohol paso a paso
Mantenga un registro, ya sea diario o semanal, de todo el consumo de alcohol.
Piense en la forma de hacer más fácil la reducción del consumo de alcohol. Alguna de las siguientes recomendaciones pueden serle útiles:
- Dejar de beber alcohol durante la semana, o los días laborales.
- No mantener alcohol en casa.
- Sustituir la segunda bebida por agua, cerveza sin alcohol, café o un refresco.
- Coger otro camino desde el trabajo, para evitar la tentación de entrar en un bar.
- Sustituir bebidas de alta graduación por otras de menor contenido de alcohol.
- Empezar a beber más tarde para tomar menos consumiciones.
- Visitar a la familia en vez de beber con los amigos.
- Buscar otras maneras de emplear el tiempo libre.
Esta lista, que podría ser mucho más larga, debe adaptarse a las necesidades y características de cada persona y debe incluir todas las posibilidades realistas. Ponga en práctica estas u otras sugerencias y evalúe el progreso con un amigo o una persona allegada.
¿Por qué debo decir no al alcohol?
El alcohol es una droga y usted puede hacerse adicto a este. El alcohol cambia la forma como su mente y su cuerpo trabaja. Incluso una cerveza puede disminuir sus reacciones y confundir su forma de pensar. Esto significa que todo lo que requiere concentración y coordinación - como manejar- es peligroso cuando usted se ha tomado un trago.
El alcohol también cambia la forma como usted actúa. Puede hacer que usted pierda las sensaciones que previenen que usted haga cosas que usted sabe que contraen riesgo o que son peligrosas. Esto puede hacer que usted tome malas decisiones; por ejemplo, tener sexo sin protección, o manejar cuando usted sabe que no debería hacerlo. Usted puede pensar que esto no le va a pasar a usted, pero todo mundo conoce alguien que dijo lo mismo y que salió herido.
¿Cómo sé si tengo un problema?
Beber es un problema si le causa problemas en sus relaciones interpersonales, en el colegio o en actividades sociales o si afecta la manera como usted piensa y se siente.
Hágase las siguientes preguntas para determinar su usted tiene un problema con el alcohol. Si usted responde "Sí" a cualquier pregunta, es posible que usted tenga un problema con el alcohol.
- ¿Algunas veces usted bebe más de lo que quería?
- ¿Ha tratado de disminuir la cantidad que usted bebe y ha fallado?
- ¿Usted pierde la memoria (se le dificulta recordar las cosas que pasaron) de lo que pasa mientras bebe?
- ¿Sus problemas en el colegio, trabajo o en sus relaciones personales han empeorado desde que usted comenzó a beber?
- ¿Usted sigue bebiendo a pesar de que sabe que esto le está ocasionando problemas?
- ¿Usted bebe cuando está estresado?
- ¿Usted bebe solo?
- ¿Usted puede beber mucho más ahora de lo que antes podía?
- ¿Alguna vez se siente incómodo cuando no se ha tomado un trago?
- ¿Usted bebe cuando es importante mantenerse sobrio?
El test que revela cuándo uno tiene problemas de alcohol
Lo propone Alcohólicos Anónimos. Consta de 12 preguntas simples sobre el comportamiento con la bebida. Infobae.com habló con la entidad para saber cuándo una persona puede considerarse alcohólica
La bebida alcohólica parece haberse convertido en la actualidad en una forma de intercambio social siempre presente, siempre recurrida en los grupos de jóvenes, pero también en adultos. Y su aceptación es tan extendida que se podría pensar que, de alguna manera, se ha “naturalizado” a la borrachera como evento plausible de un buen fin de semana.
Hay quienes sólo toman el sábado, quienes lo hacen todos los días, quienes beben mucho o poco, quienes alcanzan más o menos rápido el estado de embriaguez. Pero, ¿cuál es la medida justa para un bebedor? O, mejor, ¿cuándo el alcohol debe preocupar?
El test
Responda SI o NO a las siguientes preguntas:
1 - ¿Ha tratado alguna vez de dejar de beber durante una semana o más, sin haber podido cumplir el plazo?
La mayoría de los A.A. hicimos todo tipo de promesas a nosotros mismos y a nuestras familias. No pudimos cumplirlas. Luego llegamos a A.A., y A.A. nos dijo: Trate de no beber hoy. (Si no bebe hoy, hoy no se emborrachará.)
2 - ¿Le fastidian los consejos de otras personas en cuanto a su forma de beber - le gustaría que dejasen de entrometerse en sus asuntos?
En A.A. no decimos a nadie lo que tiene que hacer. Hablamos simplemente de nuestras experiencias con la bebida, los líos en que nos metíamos, y cómo logramos dejar de beber. Nos agradaría ayudarle si así lo desea.
3 - ¿Ha cambiado de una clase de bebida a otra con objeto de evitar emborracharse?
Intentamos multitud de trucos. Nos hacíamos bebidas suaves. Tomábamos solamente cerveza. No tomábamos cócteles. Bebíamos solamente los fines de semana. Todo lo que se pueda imaginar, ya lo hemos probado. Pero si tomábamos algo que contuviera alcohol, generalmente acabábamos por emborracharnos.
4 - ¿Se ha tenido que tomar algún trago al levantarse por la mañana durante el año pasado?
Necesita un trago para ponerse en marcha, o para quitarse los temblores? Esta es una indicación bastante segura de que usted no es un bebedor "social".
5 - ¿Tiene envidia de las personas que pueden beber sin meterse en líos?
Casi todos nosotros nos hemos preguntado alguna vez por qué no somos como la mayoría de la gente, que pueden realmente tomarlo o dejarlo.
6 - ¿Ha tenido algún problema relacionado con la bebida durante el año pasado?
Sea sincero! Los médicos dicen que si se tiene un problema con el alcohol y se sigue bebiendo, el problema va a empeorar, nunca mejorar. Al final, morirá, o acabará en una institución para pasar confinado lo que le quede de vida. La única esperanza está en dejar de beber.
7 - ¿Ha causado su forma de beber dificultades en casa?
Antes de llegar a A.A., casi todos solíamos decir que lo que nos impulsaba a beber eran nuestros problemas familiares o las personas con quienes vivíamos. No se nos ocurrió nunca que la bebida lo hacía todo cada vez peor, que nunca solucionó problema alguno.
8 - ¿Trata usted de conseguir tragos "extras" en las fiestas, por temor de no tener suficiente?
La mayoría de nosotros solíamos tomarnos "unos cuantos" tragos antes de ir a una fiesta, si creíamos que no nos iba a bastar la ración. Y si no nos servían con la suficiente rapidez, íbamos a otra parte para conseguir más.
9 - ¿Persiste usted en decir que puede dejar de beber en el momento que quiera, a pesar de que sigue emborrachándose cuando no quiere?
Muchos de nosotros nos engañábamos diciendo que bebíamos porque queríamos beber. Después de unirnos a A.A., llegamos a saber que una vez que empezábamos a beber, no podíamos parar.
10 - ¿Ha faltado a su trabajo o a la escuela a causa de la bebida?
Muchos de nosotros ahora reconocemos que a menudo nos ausentábamos "por estar enfermos" cuando en realidad estábamos con resaca o borrachos.
11 - ¿Ha tenido "lagunas mentales"?
Ha pasado horas o días bebiendo sin poder acordarse de lo que hizo o qué le pasó? Al llegar a A.A., descubrimos que esa era una indicación bastante segura del alcoholismo.
12 - ¿Ha pensado que llevaría una vida mejor si no bebiera?
Muchos de nosotros empezamos a beber porque la bebida hacía que la vida nos pareciera más agradable, al menos por algún tiempo. Luego nos sentimos atrapados. Estábamos bebiendo para vivir y viviendo para beber. Estábamos hartos de estar hartos y recurrimos a A.A.