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BULIMIA Y ANOREXIA





¿A QUE LLAMAMOS BULIMIA?

Bulimia, desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico.

La bulimia es una enfermedad de causas diversas (psicológicas y somáticas), que produce desarreglos en la ingesta de alimentos con periodos de compulsión para comer, con otros de dietas abusivas, asociado a vómitos y la ingesta de diversos medicamentos (laxantes y diuréticos).

Es una enfermedad que aparece más en las mujeres que en los hombres, y que normalmente lo hacen en la adolescencia y dura muchos más años.

Las personas que padecen de Bulimia, poseen una baja autoestima y sienten culpa por comer demasiado, suelen provocarse vómitos, ingieren laxantes y realizan ayunos, debido a esto, presentan oscilaciones bruscas del peso corporal.

El comportamiento bulímico se observa en los enfermos de anorexia nerviosa o en personas que llevan a cabo dietas exageradas, pero la bulimia no produce perdidas de peso exagerada.





sintomas y signos

La Bulimia se caracteriza por alternar períodos de restricción alimentaria con episodios de ingestas copiosas, de gran cantidad de alimentos, seguidos por vómitos autoinducidos y por el uso de laxantes y diuréticos. Estas situaciones de sobrealimentación, llamadas atracón son el rasgo distintivo y diferencial de la enfermedad.

Existen situaciones emocionales, sociales o clínicas en las que se producen episodios de ingestas exageradas y no se trata de bulimia. Por ejemplo , frente al estrés hay muchas personas que ingieren más que lo habitual. Es frecuente escucharlo en adolescentes en época de examen, pero la diferencia con la bulimia radica en que la ingesta vuelve a lo normal, transcurrido el período de exigencia extrema. No es infrecuente que determinados eventos se festejen con comidas abundantes y copiosas, y que alguno de los asistentes se exceda más que otros, pero esto debe diferenciarse de un trastorno de la alimentación. Algunas enfermedades orgánicas llevan al exceso de alimentación, como el hipertiroidismo o la diabetes.



Al hablar de bulimia nos referimos a una forma particular de ingesta excesiva que va acompañada del rasgo esencial de la anorexia: el temor a engordar. Los atracones concluyen a causa del malestar físico o por una interrupción social – que la paciente sea descubierta - .Inmediatamente, a continuación hay remordimiento y distintas formas de anular lo hecho, pero esta conducta llamada de purga, está siempre originada por el temor malsano a engordar, y es esto lo que diferencia al verdadero bulímico del exceso temporario que esporádicamente puede incurrir cualquier persona.

Con respecto al atracón, es típico que sea secreto, con gran vergüenza por parte del paciente si es descubierto. La comida es ingerida rápidamente, sin dar tiempo a saborearla. Los alimentos consumidos son generalmente hidratos de carbono y grasas, de fácil ingesta. Cuando alguien tiene un peso inferior al que le determina su biología o se está alimentando con una dieta restrictiva, el desencadenante del atracón suele ser el hambre. Con el tiempo, el atracón se generaliza como recurso para aliviar transitoriamente el malestar emocional que puede tener distintos orígenes: desde el aburrimiento hasta la depresión, pasando por la ansiedad o el enojo.

A la vez, la persona está preocupada constantemente por pensamientos de la comida y por la sensación de haber traicionado su aspiración a un peso ideal. La ingesta compulsiva termina debido al malestar abdominal, interrupción externa por aparición de otra persona, recuperación de control o sensación de sopor. Luego del atracón, la persona siente culpa y se atormenta por la sensación de pérdida de control. El método de purga específico puede variar a lo largo del tiempo, siendo los más comunes los vómitos, los diuréticos y los laxantes.



 

EL CICLO DE LA BULIMIA

La gran contradicción y paradoja es que hacer una dieta, atracarse y purgarse, muy lejos de solucionar el problema, contribuye a perpetuarlo. Vomitar es una solución de corto alcance porque, si bien se elimina el alimento que la persona rechaza, vuelve el apetito y consiguientemente las ganas de comer de nuevo.

Con el transcurso de tiempo, la paciente va perdiendo más el control, al punto de sentir que debe vomitar cada vez que come. Esto se torna en costumbre, la paciente se siente avergonzada y aumenta su culpa. Con el tiempo se instaura definitivamente el atracón y el posterior vómito o ingesta de laxantes o diuréticos.
 
Al producir pérdida de peso y hambre, rompen el circuito natural de hambre – comida – saciedad, desencadenando un nuevo atracón y así sucesivamente. La vida de la bulímica está signada por la culpa, la vergüenza y complicadas
estrategias para poder seguir con el vómito, no como algo placentero, sino como algo que realmente no puede eludir.

 

Los síntomas de bulimia siempre incluyen episodios recurrentes de:

  • Ansiedad o compulsión para comer
  • Vómitos
  • Abuso de medicamentos laxantes y diuréticos
  • Seguimiento de dietas diversas
  • Deshidratación
  • Alteraciones menstruales
  • Aumento y bajadas de peso bruscas
  • Aumento de caries dentales

 
 

¿Cuáles son los síntomas de la bulimia?

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la bulimia. Sin embargo, cada uno puede experimentar las señales de una forma diferente.

Los síntomas pueden incluir:

  • Usualmente un peso corporal bajo o normal (la persona se ve gorda).
  • Episodios recurrentes de atracones de comida (consumo rápido de cantidades excesivas de alimentos en un período de tiempo relativamente corto, a menudo en secreto), asociados con sentimientos de miedo de no ser capaz de dejar de comer durante los episodios de atracones.

    chica vomitando

  • Autoinducirse el vómito (normalmente en secreto).
  • Ejercicio excesivo o ayunar.
  • Costumbres o rituales alimentarios peculiares.
  • Uso inadecuado de laxantes, diuréticos u otros purgantes.
  • Menstruaciones irregulares o ausencia de menstruaciones.
  • Ansiedad.
  • Sentimientos de desaliento relacionados con la insatisfacción consigo mismo y con la apariencia de su cuerpo.
  • Depresión.
  • Preocupación por los alimentos, el peso y la forma del cuerpo.
  • Cicatrices en la parte posterior de los dedos debido al proceso de autoinducirse el vómito.
  • Comportamientos de querer obtener resultados por encima de los esperados.

Los síntomas de la bulimia pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.






BULIMIA NERVIOSA


Los criterios diagnósticos más difundidos de Bulimia Nerviosa proceden del DSM-IV(Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).


De acuerdo a los mismos, la Bulimia Nerviosa tiene las siguientes características:

A- Episodios recurrentes de compulsión alimentaria (atracones).


Estas compulsiones se caracterizan por:

  • Comer en un período discreto de tiempo (dentro de dos horas) una cantidad de comida que es definitivamente mucho mayor a lo que cualquier persona podría comer en el mismo lapso de tiempo y en circunstancias similares. En un tiempo récord, la persona puede llegar a engullir a escondidas más de 5000 calorías; los alimentos predilectos son precisamente aquellos considerados "prohibidos": confituras, pizzas, chocolate, etc.

  • Sensación de falta de control sobre la alimentación durante el episodio (sensación de que no puede parar de comer).

  • Negación de la evidencia cuando es sorprendido por alguien en pleno atracón.

B- Recurrencia de conductas compensadoras inapropiadas para evitar la ganancia de peso, como ser: vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos u otras medicaciones, ayuno o ejercicios excesivos.

C- Las compulsiones alimentarias y las conductas compensatorias inapropiadas ocurren en un promedio de por lo menos dos veces por semana durante tres meses.

D- Influencia excesiva de la imagen corporal y el peso en la autovaloración.



CONDUCTAS CARACTERISTICAS DE LA BULIMIA NERVIOSA

  • Evitar concurrir a reuniones donde pueda verse obligado a comer, recurriendo a todo tipo de excusas, a veces ridículas.
     

  • Actividad física excesiva (no es constante), con el único objeto de quemar calorías.
     

  • Abuso de edulcorantes; consumo indiscriminado de goma de mascar sin azúcar.
     

  • Consumo de medicamentos adelgazantes (diuréticos, laxantes, hormonas tiroideas, derivados anfetamínicos, mezclas de productos homeopáticos).
     

  • Pesarse varias veces al día, desnudo y con balanzas exactas. Tener balanza propia, comparando con otras.
     

  • Suele ayunar, aunque no tiene tanta constancia como la persona anoréxica restrictiva pura.
     

  • Almacenar alimentos en distintos lugares de la casa con el propósito -consciente o inconsciente- de contar con ellos al momento de darse el atracón.

  • Robar alimentos "hipercalóricos" de las góndolas de los supermercados, en casa de sus amistades, en el trabajo, etc.
     

  • Constante preocupación acerca de la comida. Discurso monotemático; las conversaciones giran alrededor de ciertos temas recurrentes: las calorías, el peso, las dietas.
     

  • Contemplarse a sí mismo en toda circunstancia en que se halle frente a un espejo, vidrio o cualquier superficie que refleje su imagen. Análisis exhaustivo de las formas corporales; compararse con otras personas.
     

  • Visitas al baño después de comer: generalmente se autoprovoca el vómito y, si es descubierto, finge estar "descompuesto" o haber tenido un acceso de tos.
     

  • Circuito autoperpetuante: dieta-atracón-dieta.
     

  • Terror a engordar.



    SIGNOS FISIOLOGICOS CORPORALES - SINTOMAS

  • Oscilaciones en el peso.

  • Engrosamiento de las glándulas localizadas en el cuello.

  • Cara hinchada y agrandamiento de las glándulas parótidas.

  • Puede haber roturas vasculares en las mejillas y debajo de los ojos.

  • Dolores musculares. Fatiga física.

  • Garganta irritada. A veces disfonía (voz ronca).

  • Caries. Pérdida de piezas dentarias.

  • Caída del cabello.

  • Menstruaciones irregulares.

  • Vértigo y dolor de cabeza.

  • Hipotensión.

  • Diarrea y/o estreñimiento.

  • Acidez estomacal. Reflujo. Ulcera gástrica o duodenal.

  • Anemia.


NOTA: Una persona puede esconder una bulimia debajo de una excelente figura o estando excedida de peso.



¿Cuáles son los diferentes tipos de bulimia?

Existen dos subgrupos de comportamientos anoréxicos cuyo objetivo es reducir la ingestión calórica:


utiliza otros comportamientos inapropiados, como ayunar o realizar ejercicio excesivo, en vez de adoptar comportamientos purgantes para reducir la absorción calórica de cantidades excesivas de alimentos por parte del cuerpo.

 







¿A QUE LLAMAMOS ANOREXIA?

 Anorexia, pérdida del apetito, para poseer una perdida de peso rápido mediante la restricción de la ingesta de alimentos, sobre todo los de alto valor calórico, asociada o no al consumo de laxantes o diuréticos. Debe distinguirse del trastorno psicológico específico conocido como anorexia nerviosa, y también de la ingestión relativamente baja de alimentos; ésta última no resulta peligrosa para la salud mientras la dieta sea variada y el peso corporal se mantenga, y no debe contemplarse como un trastorno que requiera tratamiento médico.

         Las personas que padecen de anorexia tienen una imagen distorsionada de su cuerpo ( se ven gordos, aun cuando presentan un estado de extrema delgadez.).

La anorexia nerviosa consiste en una alteración grave de la conducta alimentaría que se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales, miedo intenso a ganar peso y una alteración de la percepción del cuerpo.

Generalmente la pérdida de peso se consigue mediante una disminución de la ingesta total de alimentos. Aunque los anoréxicos empiezan por excluir de su dieta todos los alimentos con alto contenido calórico, la mayoría acaba con una dieta muy restringida, limitada a unos pocos alimentos, acompañado  muchas veces por ejercicio físico excesivo.

 

Existen varios tipos de anorexia psicológica, a saber:

  • Anorexia nerviosa primaria: sólo existe el miedo a subir de peso.
  • Anorexia de tipo restrictivo, conocida como anorexia nerviosa, que limita severamente la ingestión de alimentos, especialmente de alimentos que contienen carbohidratos y grasa.
  • Anorexia nerviosa secundaria, consecuencia de una enfermedad psiquiátrica como la esquizofrenia o la depresión.
  • Purgativa y con ingesta compulsiva, también llamada bulimia; el que la sufre, come en exceso y luego se induce el vómito y, o toma grandes cantidades de laxantes u otros purgantes.
  • Vigorexia, aquella en que el enfermo, presenta una preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal que le lleva a una adicción a la actividad física (en muchos casos, a la musculación).

 

 

Anorexia nerviosa


Es un trastorno alimentario que implica limitar la cantidad de alimento que una persona come, ocasionando inanición y una incapacidad para permanecer en un peso corporal mínimo, considerado normal para su edad y estatura.

Las personas con este trastorno pueden tener un gran miedo a aumentar de peso, incluso cuando están con peso insuficiente. El hecho de no consumir suficiente alimento o hacer demasiado ejercicio ocasiona pérdida de peso severa.

 


Causas

No se conocen las causas exactas de la anorexia nerviosa. Muchos factores probablemente estén implicados. La genética y las actitudes sociales hacia la apariencia corporal pueden jugar un papel. Algunos expertos han sugerido que los conflictos dentro de una familia pueden contribuir a este trastorno alimentario.

La anorexia es más común en personas que tienen familiares con este trastorno.

Los factores de riesgo abarcan:

  • Aceptar las actitudes sociales hacia la delgadez
  • Ser perfeccionista
  • Pertenecer al sexo femenino
  • Experimentar ansiedad en la infancia
  • Sentir un aumento en la preocupación o atención por el peso y la figura
  • Tener problemas alimentarios y gastrointestinales durante la primera infancia
  • Tener antecedentes familiares de adicciones o trastornos alimentarios
  • Tener padres que viven preocupados por el peso y el adelgazamiento
  • Tener una imagen negativa de sí mismo

La anorexia nerviosa generalmente ocurre en la adolescencia o a comienzos de la edad adulta y es más común en las mujeres. El trastorno alimentario se observa principalmente en las mujeres de raza blanca, de alto rendimiento académico y que tienen familia o personalidad orientada hacia el logro de metas.



Síntomas

Las personas con anorexia pueden limitar mucho la cantidad de alimento que comen, o comen y luego se provocan el vómito. También pueden usar pastillas diuréticas y laxantes para adelgazar.

La mayoría de los individuos con anorexia nerviosa no reconoce que tienen un trastorno alimentario.

Los comportamientos que se pueden notar en una persona con anorexia pueden abarcar:

  • Cortar el alimento en pedazos pequeños
  • Hacer ejercicio de manera compulsiva
  • Ir al baño inmediatamente después de las comidas
  • Comer rápidamente grandes cantidades de alimento
  • Restringir la cantidad de alimento a comer
  • Usar laxantes, enemas o diuréticos inadecuadamente en un esfuerzo por adelgazar

Los síntomas pueden abarcar:

  • Piel amarillenta o manchada
  • Pensamiento confuso o lento
  • Caries dentales debido al vómito autoinducido
  • Depresión
  • Boca seca
  • Mucha sensibilidad al frío (usar varias capas de ropa para permanecer caliente)
  • Cabello fino
  • Hipotensión arterial
  • Ausencia de la menstruación
  • Mala memoria y mala capacidad de discernimiento
  • Pérdida considerable de peso (15% o superior por debajo del peso normal)
  • Atrofia muscular y pérdida de grasa corporal


Pruebas y exámenes

Un diagnóstico de anorexia no se hace hasta que se hayan descartado otras causas de pérdida de peso.

Por ejemplo, la pérdida de peso extrema podría deberse a:

Se harán exámenes para ayudar a determinar la causa de la pérdida de peso o qué tipo de daño ha causado.

Estos exámenes pueden abarcar:



Tratamiento

El mayor desafío en el tratamiento de la anorexia nerviosa es hacer que la persona reconozca que su conducta alimentaria es en sí un problema y no una solución a otros problemas. Sin embargo, la mayoría de las personas que sufre este tipo de anorexia niega tener un trastorno alimentario. Con frecuencia, los individuos ingresan al tratamiento cuando su afección está bastante avanzada.

Los objetivos del tratamiento son primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios y luego abordar los asuntos psicológicos.

Es posible que sea necesaria la hospitalización si:

  • La persona ha perdido mucho peso (por debajo del 30% de su peso corporal ideal para su edad y estatura).
  • La pérdida de peso continúa a pesar del tratamiento.
  • Se presentan complicaciones médicas, como problemas de frecuencia cardíaca, cambios en el estado mental, niveles bajos de potasio o problemas mentales.
  • La persona sufre una depresión grave o piensa cometer suicidio.

Otros tratamientos pueden abarcar:

  • Terapia con fármacos antidepresivos para la depresión
  • Terapia conductista
  • Psicoterapia
  • Tratamiento complementario

La desnutrición grave y potencialmente mortal puede requerir alimentación intravenosa.



Expectativas (pronóstico)

La anorexia nerviosa es una afección grave y potencialmente mortal. De acuerdo con algunos estimativos, conduce a la muerte en el 10% de los casos. Los programas de tratamiento con trayectoria tienen una buena tasa de éxito en la recuperación del peso normal, pero es común que haya recaídas.

Las mujeres que desarrollan este trastorno alimentario a temprana edad tienen una mayor posibilidad de recuperación completa. Sin embargo, la mayoría de las personas con esta afección seguirá prefiriendo estar en un peso corporal bajo y estar preocupados hasta cierto punto por los alimentos y las calorías. El manejo del peso puede ser difícil y es posible que se requiera un tratamiento a largo plazo para ayudar a mantener un peso corporal saludable.


Posibles complicaciones

Las complicaciones pueden ser graves y es posible que se requiera hospitalización.

Las complicaciones pueden abarcar:

  • Aparición de vello corporal fino similar al de los bebés (lanugo)
  • Edema o distensión
  • Desequilibrio de electrolitos (como la insuficiencia de potasio)
  • Disminución en el conteo de glóbulos blancos que lleva al aumento de la susceptibilidad a las infecciones
  • Arritmias cardíacas
  • Osteoporosis
  • Deshidratación severa que posiblemente lleva a shock
  • Desnutrición grave
  • Convulsiones debido a la pérdida de líquido por la diarrea o el vómito excesivos
  • Problemas de la glándula tiroides, que puede llevar a que se presente intolerancia al frío y estreñimiento
  • Erosión dental y caries


Cuándo contactar a un profesional médico

Hable con el médico si su hijo está restringiendo su ingesta de alimento, está haciendo demasiado ejercicio o está excesivamente preocupado por el peso. Conseguir ayuda médica oportuna antes de que se establezcan patrones anormales puede reducir la gravedad de un trastorno alimentario.


Prevención

En algunos casos, la prevención no es posible. Alentar actitudes saludables y realistas hacia el peso y la dieta puede ser útil. Algunas veces, la asesoría puede ayudar.

BULIMIA Y ANOREXIA

¿Cual es la diferencia entre anorexia y bulimia?

La gente que sufre de bulimia toma altas cantidades de comida, pero poco después se auto provoca el vómito, o toma diureticos o laxantes para así evitar aumentar de peso.

La gente que sufre de anorexia deja de comer, evita comida con altas calorías y hace ejercicio constantemente.

Normalmente las personas con bulimia no pierden tanto peso como aquellos con anorexia.

También hay casos de personas que sufren de ambos desordenes alimenticios, anorexia y bulimia al mismo tiempo.

EN LA ANOREXIA: - Pérdida de peso muy rápida.

- Negarse a comer y mentir sobre lo que se come.

- Comer casi exclusivamente frutas y verduras.

- Consumo de laxantes y diuréticos sin control médico.

- Pérdida del sentido de la propia realidad.

- Cambio de carácter, con agresividad.

- Excesivo ejercicio físico.

- Alteración del sueño.

- Obsesión por la báscula.

- Hipotermia. , e intolerancia al calor.

- Preparación de los alimentos mediante cocción o a la plancha.

- Disminución de la ingesta de agua y líquidos.

- Incremento de las horas de estudio y de las actividades supuestamente útiles.

- Disminución de las horas de sueño,

- Aislamiento social.

- Negación de las sensaciones de hambre, sea, fatiga o sueño.

- Desinterés por cualquier práctica lúdica o recreativa.

- Dificultades de concentración y aprendizaje.

- Sensación de vacío, inutilidad y alejamiento.

- Negación total o parcial de la enfermedad.

- Dificultad para reconocer las propias emociones.

- Temor a perder el autocontrol.

- Sensación delirante o de lucha interna, de su persona.

- Sintomatología obsesiva y depresiva.

- Disminución de la masa muscular y de la densidad ósea.

- Interrupción de la menstruación.

- Estreñimiento.

- Vacío gástrico lento.

- Bradicardia, arritmias, hipotensión.

- Deshidratación, edemas.

- Pelo quebradizo, aparición de vello corporal parecido al lanugo.

- Piel seca y descamada.

 

EN LA BULIMIA: - Obsesión por la comida.

- No siempre se pierde peso.

- Vómitos que siguen a los atracones de comida.

- Alteración del horario de las comidas y haciéndolas a escondidas.

- Pérdida del esmalte de los dientes por el ácido de los vómitos.

- Heridas en las manos al provocar el vómito.

- Constantes cambios de humor.

- Depresión y sentimiento de culpabilidad.

 

 

¿QUÉ HACER?

Ante la sospecha de que un adolescente está cayendo en la anorexia o la bulimia, es importante ponerlo en contacto con un equipo de profesionales especializados.

 

  • ð         La base del tratamiento son las terapias en grupo y los apoyos psicológicos.

  • ð         La preparación de la familia es fundamental, ya que son los que más pueden ayudar al enfermo.

 

  • ð         La hospitalización es el último recurso para cuando existe riesgo para la vida, en las anorexias o la depresión grave en la bulimia.

 

  • ð         El tratamiento es largo (De dos a cuatro años) y en un treinta por ciento de los casos, la enfermedad se hace crónica.

 

  • ð         Los grupos de autoayuda son fundamentales, tanto para el enfermo, como para las familias, ya que se sienten apoyados por gente que sufre el mismo problema.

 

  • ð         Rechazar los sentimientos de culpabilidad, tanto de los enfermos como de las familias.

 

 
 

Anorexia

 

Inicio temprano.

Dieta restrictiva.

Bajo peso.

Escasa impulsividad.

Pocos antecedentes de obesidad previa.

Control de peso estable: restricción alimentaria.

Hiperactividad.

Amenorrea

Ingesta escasa.

Poca psicopatología asociada.

Conductas bulímicas en menos del 50%.

Complicaciones médicas crónicas



Bulimia

Inicio más tardío.

Dieta variable.

Peso con pocas variaciones.

Impulsividad.

Más antecedentes de obesidad previa.

Control de peso inestable: restricción, vómitos, laxantes y diuréticos.

Hipoactividad.

Amenorrea 50%.

Ingesta escasa y atracones.

Mucha psicopatología asociada.

Conductas bulímicas en un 100%.

Complicaciones médicas agudas.




ANOREXIA

BULIMIA

Las anoréxicas usan frecuentemente ropas grandes para ocultar su extrema delgadez. Los síntomas son:

Depresión. Se las ve retraídas y su máxima preocupación gira en torno a la comida.

Extrema dependencia a pautas impuestas por otros.

Exceso de amor a su propio cuerpo haciéndolas olvidar el amor a la vida de relación llevándolas al aislamiento.

La autoestima pasa por la balanza.

Insomnio e hiperactividad.

Cese de la menstruación o postergación de su iniciación.

Piel seca y fría, con vello en brazos, cara y espalda.

Distorsión de la imagen corporal: se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.

Extremada rigidez en su rutina de ejercicios.

Estrictas reglas de alimentación como no tomar líquidos o no comer sin haber hecho ejercicios antes.

Lento desarrollo físico y social.

Los bulímicos se atracan y vomitan desde una vez por semana a cinco veces por día. Hay otros síntomas observables:

Constante preocupación por la comida.

Miedo extremo a aumentar de peso.

Distorsión de la imagen corporal; se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.

Piel seca y pelo quebradizo.

Glándulas inflamadas debajo de la mandíbula como consecuencia de los vómitos, que hace aparecer la cara como más gorda.

Depresión y cambios de ánimo.

Fatiga y sudoración fría debido al rápido cambio de nivel de azúcar en la sangre.

Acuden al baño enseguida después de ingerir alimentos.

Vómitos autoprovocados, uso de laxantes y diuréticos.

Rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos, pierda de piezas dentales, irritación general del aparato digestivo


Anorexia y bulimia

Manifestaciones conductuales

  • Dieta restrictiva y/o presencia de atracones.
  • Conductas de purga (vómitos, laxantes y diuréticos).
  • Alteraciones en la forma de comer y rechazo de tipos de alimentos.
  • Conductas obsesivas y realización de rituales.
  • Conductas impulsivas (mienten, ocultan) y autolesiones.
  • Aislamiento social y familiar.

Manifestaciones psicológicas

  • Excesiva preocupación ante la posibilidad de engordar.
  • Constantes pensamientos erróneos sobre la comida, peso y figura.
  • Sobreestimación de su peso y dimensiones.
  • Empobrecimiento de la fantasía y la creatividad.
  • Confusión con las sensaciones de saciedad/plenitud.
  • Dificultades de concentración y fallo de memoria.
  • Pensamientos incorrectos de generalización, dicotomía, etc.

Pensamientos erróneos más frecuentes:

  • Polarización: “ si no estoy muy delgada estaré muy gorda”.
  • Abstracción selectiva: “ si me dicen que estoy más guapa porque he aumentado de peso, es que estoy gorda”.
  • Atribución de pensamiento: “ si la gente me mira es porque piensa que estoy gorda”.
  • Personalización: “después de comer pienso que todos me miran y ven que he engordado”.
  • Sobregeneralización: “todas las grasas engordan”, “como me lo pasé mal en la fiesta, siempre me lo pasaré mal en todas las fiestas”.
  • Catastrofismo: “no he mantenido la dieta, no hago nada bien”.
  • Pensamiento mágico: “delgadez es igual a felicidad y éxito”.

Manifestaciones emocionales

  • Cambios en el carácter.
  • Características depresivas: inestabilidad emocional (llanto, insomnio), ideas suicidas.
  • Ansiedad: raramente está relajada o cómoda.
  • Puede aparecer fobia generalizada o fobia social.



Padres

¿Cómo detectar el tastorno alimenticio?

Debemos estar atentos a las siguientes situaciones:

  • La menor (90% de chicas) intenta comer cada vez menos o saltarse algunas comidas con excusas.
  • Se queja con frecuencia de su imagen corporal y se describe como “gorda”.
    -Tendencia al autodesprecio y baja autoestima.
  • Comienza a desarrollar rituales: corta la comida en trozos pequeños, los “marea” por el plato, come despacio y al final siempre dice que está “llena”.
  • Come mucho a escondidas (en bulímicas).
  • Siempre va al baño después de las comidas (en bulímicas).
  • Especial atención ante las bailarinas, gimnastas, atletas, deportistas y modelos.
  • Comienza a comprar productos para adelgazar, laxantes…
  • Se aprecia debilidad física.
  • Su estado de ánimo se vuelve irregular y tiende a volverse irritable.
  • Se retrasa o retira la menstruación.

Padres

¿Qué hacer cuando se ha descubierto?

La anorexia y la bulimia nerviosas son dos trastornos mentales con serias repercusiones físicas, y es muy difícil que la familia sola pueda afrontar el problema.

  • Acuda al médico de atención primaria o, en su caso, al pediatra, para que éste le derive al especialista, le diagnostique y le prescriba el tratamiento adecuado.
  • Póngase en contacto con alguna asociación de afectados y familiares, para recibir más información, asesoramiento familiar y apoyo.

Padres

Prevención desde la familia

  • Preste especial atención a la alimentación de sus hijos.
  • Intente no recurrir a la comida rápida, la bollería industrial y las golosinas. Este tipo de alimentos deben conformar en todo caso la excepción, no la regla general.
  • Valore a sus hijos sin tener en cuenta su peso. Si es necesario modificar su alimentación hágalo, pero evite las observaciones negativas respecto a un posible exceso.
  • Refuerce la autoestima de sus hijos. Hágales sentir bien y motivo de satisfacción para su entorno. No centre sus reconocimientos en las cuestiones físicas.
  • Ayúdeles a desarrollar su sentido crítico respecto a la moda de la delgadez en la publicidad, donde suele identificarse siempre con el éxito.
Tu amiga

¿Qué debes hacer?

Si sospechas o tienes la convicción de que una amiga tuya tiene un problema de alimentación:

  • 1. No te frustres si no reconoce tener un problema y rechaza la ayuda profesional, trata de hablar con alguien de su entorno cercano (hermanos mayores, padres, profesores...) y da la voz de alarma, no esperes a que ella acceda a ponerse bajo tratamiento.
  • 2. Trata de obtener información sobre este tipo de trastornos, en qué consisten, dónde acudir, cómo tratarla, etc.. Cuantos más datos tengas menos indefensa te verás y más podrás ayudarla.
  • 3. Evita dirigirle comentarios sobre su aspecto físico, tales como : “Cada día estás más delgada”, “Te estás quedando en los huesos”,... conseguirás que su comportamiento de pérdida de peso se vea reforzado y aumentarás su preocupación por el físico.
  • 4. Elude hablar con ella de dietas, de calorías, de personas del entorno que hayan engordado o adelgazado.
  • 5. Interésate por otras áreas de su vida, ajenas a la alimentación y su imagen, como los estudios, el trabajo, la familia, la pareja....
  • 6. Debido a su baja autoestima y a su sentimiento de inferioridad, es importante que le recuerdes lo importante que es ella para ti y lo orgullosa que estás de que sea tu amiga.
  • 7. Trata de alabar todas las áreas de su persona ajenas al peso y la imagen. Hazle entender que una persona no es únicamente un peso o una talla, es un conjunto de atributos y debilidades.
  • 8. Si comes con ella, no prestes atención sobre lo que come, cómo come o la comida en sí, trata de sacar temas amenos de conversación. No le recomiendes lo que debería comer, o lo que no, son los especialistas los que deben tomar esas decisiones.
  • 9. Aunque no quiera relacionarse, intenta integrarla en los grupos, llamarla y no favorecer su aislamiento.
  • 10. El tratamiento es largo en el tiempo y la recuperación no es lineal, no esperes resultados a corto plazo, cuenta con períodos de estancamiento y de retroceso.

¿Cómo saber si tienes un problema?
ANOREXIA:

Desde hace algún tiempo no te sientes a gusto con tu cuerpo, has pensado que si adelgazaras te encontrarías mucho mejor contigo misma y el resto de las cosas irían mejor. Empezaste eliminado de tu alimentación el pan, los dulces, los postres caseros..., hasta llegar a comer a penas un plato de verduras, un yogur o una fruta.

Has llegado a tomar laxantes, has realizado ejercicio físico excesivo o incluso has vomitado en alguna ocasión. A pesar de estar adelgazando y que la ropa te quede grande, te sigues viendo mal, desearías continuar perdiendo peso. No comprendes porqué la gente de tu alrededor está preocupada. La idea de engordar te atemoriza, asocias la delgadez con la felicidad o con el éxito social y personal. Últimamente has notado que la menstruación se te ha retirado.

Si te has sentido identificada con el párrafo anterior, es posible que tengas un trastorno de la conducta alimentaria que se denomina “anorexia nerviosa”.

La anorexia nerviosa se caracteriza por una pérdida de peso significativa, que es producto de una decisión voluntaria. Para conseguir este objetivo  se recurre a una dieta estricta y/o al uso de purgas. A pesar de que la persona está adelgazando, siente un miedo intenso a engordar.

Distorsiona las medidas de determinadas partes de su cuerpo. Su autoevaluación está influenciada por su peso. Presenta amenorrea, retirada de la menstruación. En los varones puede aparecer una disminución del deseo y/o de la potencia sexual.

BULIMIA:

No te gusta tu cuerpo, desearías pesar menos y has decidido ponerte a dieta. Intentas cumplirla pero te ves incapaz. Todas las semanas sientes un ansia irrefrenable por comer y lo haces de forma descontrolada, cuando empiezas tienes la sensación de que no puedes parar.

Normalmente durante esos episodios ingieres los alimentos hipercalóricos que te prohibes comer en tu dieta. Cuando terminas te sientes hinchada, te duele el estómago y sobre todo no puedes parar de pensar en la posibilidad de engordar. Para evitar lo que temes, te provocas el vómito, o haces ejercicio físico extenuante, o decides ayunar... Piensas que si no estás delgada, eres menos valiosa como persona.

Si te has sentido identificada con el párrafo anterior, es posible que tengas un trastorno de la conducta alimentaria que se conoce como “bulimia nerviosa”.




 


Profesores y orientadores
 

Señales de alarma en el aula

En cuanto al aspecto físico:

  • La adolescente puede llevar ropas anchas o jerseys atados al trasero.
  • Evita ponerse ropa ajustada y mostrar partes de su cuerpo cuando eso es lo esperable en las circunstancias y estación del año (clase de gimnasia, verano...). Además hace constantes comentarios despectivos respecto a su cuerpo.
  • En el caso de la anorexia: Hay una reducción de peso significativa en poco tiempo. Si está en edad prepuberal no está creciendo al ritmo esperable o parece que su crecimiento se ha frenado. Aspecto marchito y expresión de tristeza. Puede llevar una pulsera de cuentas de color rojo.
  • En el caso de la bulimia: No hay variaciones importantes de peso en la mayoría de los casos, en un porcentaje mínimo puede haber sobrepeso o infrapeso. Pueden presentar el síndrome de Russell (heridas o callosidades en los nudillos producidos por el vómito). Puede llevar una pulsera de cuentas de color morado.

En cuanto al rendimiento en las clases:

  • Suele perder la atención en clase y parece “ensimismada”.
  • Se observa que está más cansada que de costumbre, indica que se marea, o incluso alguna vez se ha desmayado.
  • En el caso de la anorexia: Excesiva preocupación por los estudios, independientemente de los resultados obtenidos. Su nivel de auto exigencia no le permite disfrutar de sus logros. Al principio mejoran las calificaciones en casi todas las áreas. Según avanza la enfermedad las dificultades de concentración y de aprendizaje hacen que no pueda seguir adecuadamente las clases. La asignatura de ejercicio físico se convierte en irrenunciable, esforzándose al máximo en su realización.
  • En el caso de la bulimia: Suelen tener malas calificaciones desde el primer momento de la enfermedad y estas se irán acentuando según evolucione la patología. Sin embargo se pueden dar casos que evolucionen como la anorexia nerviosa. Manifiesta un comportamiento marcadamente más desorganizado y despreocupado del que solía tener.

En cuanto al comportamiento en el comedor:

  • Puede saltarse la hora de la comida y quedarse en el recreo.
  • Muestra signos claros de tensión durante las comidas.
    Se queja de que es demasiada comida o demasiado rica en calorías.
  • En el caso de la anorexia: Presenta comportamientos extraños en relación a la comida: esconder o desmenuzar obsesivamente los alimentos. Suele tardar mucho tiempo en comer.
  • En el caso de la bulimia: Come menos de lo habitual (los atracones se dan en privado).

En cuanto al comportamiento en el recreo:

  • En un primer momento pueden conversar frecuentemente sobre quién es la más delgada de la clase, sobre dietas o las formas del cuerpo ideal.
  • Se observa que ha sustituido de forma sistemática el bocadillo de media mañana por una fruta.
  • Con el fin de quemar calorías pueden realizar movimientos repetitivos sin finalidad, dar paseos sin detenerse, no sentarse....
  • En el caso de la anorexia: Si es purgativa podrá buscar un baño después de comer para intentar vomitar. Poco a poco se introducen en un progresivo aislamiento de los compañeros/as, con apariencia infeliz, decaída y con pérdida de interés por las actividades en las que participa.
  • En el caso de la bulimia: Pueden continuar comiendo alimentos altos en calorías, dulces, chucherías, etc., si cuentan con la posibilidad de vomitar después.  Pueden abusar del tabaco o de algún otro tipo de droga. En un primer momento conservarán sus amistades y parecerán bien relacionadas, pero poco a poco serán las amigas las que les darán de lado por sus conductas “inestables”.

 

 

 

 

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